El Martes de Campo vuelve a su hogar: Oviedo celebrará el día grande de La Balesquida el 10 de junio en el Parque San Francisco

El Martes de Campo vuelve a su hogar: Oviedo celebrará el día grande de La Balesquida el 10 de junio en el Parque San Francisco

Tras un año de paréntesis en la Plaza de la Catedral, la tradicional fiesta ovetense regresa a su enclave histórico con reparto de 4.200 bollos, conciertos, pregón y homenaje a la memoria de Velasquita Giráldez.

 

 

Oviedo se prepara para recuperar una de sus fiestas más queridas y con más sabor tradicional: el Martes de Campo regresa este 10 de junio al Parque de San Francisco, su lugar natural desde el siglo XVIII, donde se celebrará una jornada de convivencia, historia y ovetinismo puro.

La concejala de Festejos, Covadonga Díaz, el presidente de la Sociedad Protectora de La Balesquida, José Antonio Alonso, y el vicepresidente de la entidad, Javier Gómez Tuñón, han presentado recientemente la programación de las fiestas de 2025 en una rueda de prensa marcada por la emoción y la reivindicación de las raíces.

“Es un placer presentar una de las citas más entrañables de nuestro calendario festivo”, afirmó Covadonga Díaz. “El Martes de Campo es una celebración que nos conecta con lo que somos, con la generosidad de Velasquita Giráldez y con el orgullo de ser ovetenses. Recuperar el Campo San Francisco es volver al corazón de esta tradición”.

El año pasado, la festividad tuvo que trasladarse excepcionalmente a la Plaza de la Catedral debido a los actos organizados por el Día de las Fuerzas Armadas. Este año, sin embargo, el reparto del bollo y el ambiente festivo volverán al emblemático parque de la capital asturiana, en lo que promete ser un reencuentro multitudinario y simbólico con el pasado.

Un programa con historia y emoción

El presidente de la Sociedad Protectora explicó que las actividades comenzarán el domingo 8 de junio, con la tradicional Cabalgata del Heraldo, que partirá desde la Plaza de la Catedral hacia el Ayuntamiento a las 13:00 horas para pedir al alcalde el permiso oficial para celebrar el Martes de Campo. Una escena cargada de simbolismo y protocolo que da inicio al espíritu festivo de La Balesquida.

El lunes 9, la cita será cultural: el concierto oficial se celebrará a las 20:00 horas en el Teatro Filarmónica y será de entrada libre hasta completar aforo.

El día grande será el martes 10, con el reparto de 4.200 bollos preñaos en el Parque San Francisco, el espacio que ha acogido esta tradición desde 1778, con excepciones solo durante la Guerra Civil y la pandemia del COVID-19. De esos 4.200 bollos, 225 se destinarán a la Cocina Económica, como gesto solidario que honra el origen benéfico de la fiesta.

“Queremos agradecer al Ayuntamiento su compromiso con esta fiesta. La ayuda municipal asciende este año a 40.000 euros, 10.000 más que el pasado, lo que nos permite llegar a más personas y mantener la calidad que se espera de esta tradición”, indicó Alonso.

Homenajes, recuerdos y ovetensismo

Durante el acto, Covadonga Díaz felicitó a Victoria Cueto Felgueroso, pregonera de este año, por el “magnífico pregón que ya forma parte del alma de la fiesta”, y dedicó unas palabras muy especiales a Carmen López Villaverde, secretaria de la Sociedad Protectora, alma mater de la organización y socia de honor en 2025.

Por su parte, Javier Gómez Tuñón recordó emocionado a Leonardo Ballesteros Tamallo y Jaime Gómez Tuñón, ya fallecidos, quienes donaron los cuadros que ilustran el anuario de la Sociedad, incluido uno entrañable de la plaza de la Catedral nevada, símbolo de la memoria colectiva ovetense.

El espíritu de La Balesquida sigue vivo

El Martes de Campo no es solo una excusa para el bollo y la sidra. Es una celebración cargada de historia, nacida del legado de Velasquita Giráldez, mujer noble del siglo XIII que legó sus bienes a los más necesitados. Su testamento se convirtió en semilla de una tradición que, siete siglos después, sigue viva gracias al trabajo infatigable de la Sociedad Protectora y al cariño del pueblo ovetense.

Este 10 de junio, el Campo San Francisco volverá a llenarse de manteles, gaitas, charlas y abrazos. Porque hablar del Martes de Campo es hablar de Oviedo. Y Oviedo, por mucho que cambie, sabe cuidar lo que le hace único.

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