Avilés se viste de azul y blanco para soñar: el ascenso está a 90 minutos y una ciudad entera late al ritmo del Suárez Puerta

Avilés se viste de azul y blanco para soñar: el ascenso está a 90 minutos y una ciudad entera late al ritmo del Suárez Puerta

El Real Avilés está a punto de culminar una gesta que no solo devolvería al club al lugar que le corresponde, sino que marcaría un antes y un después en la historia reciente de la ciudad. Esta noche, a las 20:00 horas, el Román Suárez Puerta será el corazón palpitante de todo un pueblo que sueña, confía y empuja. El equipo de Javi Rozada afronta el partido de vuelta del playoff de ascenso a Primera Federación tras el brillante 0-2 cosechado en la ida frente al Rayo Majadahonda. Y Avilés está lista para empujar con alma, garganta y corazón.

121 años de historia esperando este momento

No se trata solo de un partido. Se trata de la reivindicación de un club con 121 años de historia, el más antiguo de Asturias y uno de los pioneros del fútbol español. El Real Avilés Industrial, que durante décadas ha sido símbolo de identidad y orgullo para la ciudad, tiene hoy la oportunidad de regresar a una categoría que le permitirá mirar de tú a tú a históricos como el Deportivo de La Coruña, el Córdoba o el Murcia. Un salto deportivo, sí, pero también emocional y económico.

El estadio, lleno hasta la bandera: entradas agotadas

Las 8.500 localidades del Suárez Puerta se agotaron en menos de 48 horas. Hoy no cabrá un alma más en las gradas. Desde primera hora de la mañana, el entorno del estadio se ha convertido en una fiesta azul y blanca. Corteos organizados, bengalas, banderas ondeando por los balcones y miles de camisetas en cada esquina. El recibimiento a los jugadores será digno de una final europea. Porque para Avilés, lo es.

De la incertidumbre a la esperanza: una temporada de superación

El Real Avilés ha tenido que sobreponerse a todo: lesiones clave, momentos de irregularidad, dudas externas… pero el trabajo constante de la plantilla y la fe de su técnico han dado frutos. Hoy, el equipo llega al partido más importante del año en su mejor momento. La afición, esa que nunca dejó de creer, ha respondido como solo las grandes hinchadas saben hacerlo: arropando, alentando y llenando el estadio como en sus mejores épocas.

Una ciudad que vuelve a creer en grande

El posible ascenso no solo es un hito deportivo, es un estímulo para toda la ciudad. Sectores como la hostelería, el turismo o el comercio notan ya el impacto del sueño avilesino. Desde el ‘Kfé de José’ hasta la Plaza del Ayuntamiento, todo el mundo habla del Avilés. Las colas de aficionados para conseguir entradas, los grupos que quedaron para comer antes del partido, los niños que hoy se pondrán por primera vez una camiseta azul y blanca… hay una sensación de renacimiento en el aire.

Los protagonistas: de leyendas a nuevos ídolos

Jugadores como Javi Cueto, Álvaro Santamaría o el veterano Dani Bautista son hoy nombres que resuenan en las conversaciones de la ciudad. Pero también el míster, Javi Rozada, que ha sabido cohesionar al grupo, y el presidente Diego Baeza, que ha trabajado con ambición para devolver al club al lugar que merece. Hoy todos tienen una cita con la historia.

“Esto no es un partido más, es una final por nuestra identidad”

Así lo resume una aficionada que no iba al estadio desde hacía más de una década y hoy no quiere perderse la cita: “Este equipo nos ha devuelto la ilusión. Pase lo que pase, ya hemos ganado, pero vamos a subir. Estoy segura”. Como ella, miles de avilesinos sienten que esta noche puede ser legendaria.

Hoy no se juega solo un ascenso. Se juega el orgullo de una ciudad. Se juega el futuro de un club centenario. Hoy, Avilés se transforma en una sola voz. Y su grito es claro: ¡A por el ascenso!

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