El detenido, de 59 años, reincidente, ya había sido arrestado en 2024 por el mismo delito. La operación se inició por denuncias vecinales tras meses de actividad sospechosa en la calle Tigre Juan.
Una investigación discreta y meticulosa de la Policía Nacional ha permitido desmantelar uno de los puntos negros de venta de droga al menudeo más persistentes en el corazón de Oviedo, en el barrio de Tigre Juan. El operativo, liderado por la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Asturias, culmina con la detención de un varón de 59 años, conocido en los entornos policiales por su amplio historial delictivo vinculado al tráfico de estupefacientes.
Un foco de droga reincidente
La investigación arrancó a raíz de numerosas denuncias vecinales presentadas entre octubre y noviembre del año pasado, que alertaban sobre la reactivación de actividades de tráfico de drogas en un inmueble de la calle Tigre Juan. Según fuentes policiales, el sospechoso —ya detenido en agosto de 2024 por hechos similares— habría retomado su rutina criminal apenas semanas después de su anterior arresto.
En la anterior ocasión, fue interceptado en plena calle mientras realizaba una transacción de heroína, siendo incautados dieciséis envoltorios con un peso total de 6 gramos. Esta vez, la detención se produjo tras interceptar otra entrega y comprobar que ocultaba entre sus pertenencias veintinueve nuevos envoltorios de heroína, con un peso cercano a los 10 gramos.
Registro con incautaciones clave
Durante el registro domiciliario, los agentes intervinieron:
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58,2 gramos de heroína
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2,1 gramos de cocaína
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93 gramos de hachís
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290 euros en efectivo
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Una báscula de precisión
Según los investigadores, estas cantidades indican claramente una operativa activa de distribución y venta al por menor. El detenido fue inmediatamente puesto a disposición de la autoridad judicial.
Una investigación nacida del entorno vecinal
El éxito de esta operación es también fruto de la colaboración ciudadana, ya que fue la reiteración de las denuncias vecinales lo que activó los primeros controles de vigilancia por parte de la Policía. Durante semanas, se observaron movimientos sospechosos, visitas esporádicas a horas intempestivas y transacciones rápidas, indicadores típicos de un punto de menudeo.
El detenido, cuyo nombre no ha trascendido por razones legales, suma varios antecedentes por delitos contra la salud pública y es considerado por los agentes como un perfil reincidente de alta reincidencia.
Con esta operación, la Policía Nacional vuelve a enviar un mensaje claro: los puntos de droga no tienen cabida en los barrios asturianos, y la colaboración ciudadana sigue siendo fundamental para mantener la seguridad en las calles.