Asturias al borde del abismo educativo: huelga indefinida de profesores si la negociación de mañana fracasa

Asturias al borde del abismo educativo: huelga indefinida de profesores si la negociación de mañana fracasa

 

El sistema educativo asturiano contiene la respiración. Este viernes se presenta como la última oportunidad para evitar un conflicto sin precedentes. Los cinco principales sindicatos docentes (CCOO, UGT, Suatea, CSIF y ANPE) han lanzado un órdago definitivo a la Consejería de Educación: si no hay un acuerdo satisfactorio sobre sus reivindicaciones históricas en la mesa sectorial convocada para mañana, el próximo lunes, 2 de junio, dará comienzo una huelga indefinida que amenaza con paralizar las aulas en la recta final del curso.

 

La advertencia no es baladí. Tras el éxito de la huelga del pasado miércoles, que obligó al Gobierno del Principado a dar marcha atrás en su intención de modificar la jornada escolar en junio y septiembre, los sindicatos han endurecido su postura. Consideran la rectificación "absolutamente insuficiente" y exigen un pacto global que aborde las profundas carencias que, a su juicio, arrastra la educación pública asturiana.

"Acudiremos a la reunión con el mejor de los talantes, pero la paciencia del profesorado se ha agotado", advertía Cristóbal Puente (UGT). Borja Llorente (CCOO) iba más allá, pronosticando que, de no haber acuerdo, la movilización del lunes será "la mayor manifestación educativa de la historia de Asturias desde que tenemos las transferencias". La unidad sindical, antaño fragmentada, parece ahora más sólida que nunca, con un llamamiento conjunto para una demostración de fuerza el lunes por la tarde.

Un pliego de reivindicaciones profundo y enquistado

Las demandas van mucho más allá de la jornada partida. Son un compendio de reclamaciones que llevan años sobre la mesa y que dibujan un panorama de "profundo malestar", como lo define ANPE, el sindicato mayoritario:

  1. Equiparación salarial: Es el caballo de batalla principal. Los docentes asturianos denuncian estar a la cola de España en cuanto a retribuciones, con diferencias que pueden alcanzar varios cientos de euros mensuales respecto a comunidades como País Vasco o Castilla-La Mancha. Exigen un calendario claro y vinculante para alcanzar la media nacional.
  2. Acuerdo de plantillas: Piden un nuevo marco que dote a los centros de los recursos humanos necesarios, reduzca la alta tasa de interinidad (una de las más elevadas del país) y garantice la estabilidad de los claustros, algo crucial para los proyectos educativos a largo plazo.
  3. Reducción de ratios: La masificación en las aulas es otro punto crítico. Solicitan una bajada del número de alumnos por profesor para poder ofrecer una atención más personalizada, especialmente crucial para la atención a la diversidad.
  4. Menos burocracia: Los docentes se sienten ahogados por un papeleo "excesivo e inútil" que les resta tiempo para lo fundamental: la enseñanza. Piden una simplificación real de los trámites administrativos.
  5. Jubilación y mayores de 55: Exigen la aplicación efectiva de la reducción de la jornada lectiva para los docentes mayores de 55 años, una medida contemplada pero que, según denuncian, no se aplica de forma generalizada ni eficaz.
  6. Atención a la diversidad: Reclaman más recursos específicos (pedagogos terapéuticos, orientadores, auxiliares) para atender adecuadamente al alumnado con necesidades especiales.

La posición del Gobierno: entre la presión y el presupuesto

La Consejería de Educación, dirigida por Lydia Espina, ha convocado la mesa de negociación para este viernes a las 9:30 horas. El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha mostrado públicamente su "disposición al diálogo" y ha intentado tender puentes, como con el anuncio sobre los comedores escolares. Sin embargo, el Gobierno se enfrenta a un difícil equilibrio: la presión sindical y social por un lado, y las limitaciones presupuestarias por otro.

Fuentes del Ejecutivo insisten en que se han hecho esfuerzos y se han logrado avances en los últimos años, pero reconocen la complejidad de atender todas las demandas de forma inmediata. La negociación del viernes será, por tanto, un ejercicio de alta política y gestión de expectativas, donde cada coma del posible acuerdo será mirada con lupa.

El fantasma de la huelga indefinida y el nerviosismo de las familias

La perspectiva de una huelga indefinida a las puertas de junio, con los exámenes finales y la EBAU (Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad) a la vuelta de la esquina, genera una enorme incertidumbre y preocupación entre las familias asturianas. La conciliación se volvería una quimera para muchos padres y el impacto académico sobre los estudiantes, especialmente los que se juegan su futuro universitario, es innegable.

La concertada también se mueve

Para añadir más leña al fuego, la enseñanza concertada (OTECAS, FEUSO y FSIE) también ha anunciado su propio calendario de movilizaciones, exigiendo la homologación de sus condiciones laborales y salariales con la pública y la recuperación de la paga de antigüedad. Aunque su huelga no está prevista hasta el inicio del próximo curso, sus protestas en junio añadirán presión al ambiente educativo.

Viernes: día D para la educación asturiana

Todas las miradas están puestas en el Edificio Administrativo de Servicios Múltiples (EASMU) este viernes. La Consejería tiene sobre la mesa la oportunidad de desactivar una bomba de relojería. Los sindicatos, por su parte, llegan con la fuerza de la unidad y el respaldo de un profesorado hastiado. Asturias se enfrenta a horas decisivas. Si no se teje un acuerdo sólido y creíble, el lunes las aulas podrían quedarse vacías, abriendo un periodo de conflicto educativo de consecuencias imprevisibles.

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