El joven ovetense de 25 años, exjugador del Real Oviedo y del CD Covadonga, falleció este sábado tras sufrir un accidente en La Cruciada (Cabranes). Era un apasionado del deporte, de sonrisa contagiosa y muy querido por quienes le conocieron.
La noticia cayó como un mazazo. Este sábado, 17 de mayo, el fútbol asturiano y toda una generación de jóvenes ovetenses amaneció de luto: Joel Giraldo González, de solo 25 años, perdió la vida en un accidente de tráfico mientras conducía su motocicleta en la localidad de La Cruciada, en el concejo de Cabranes.
No hay palabras que puedan amortiguar una pérdida así. Joel no era solo un deportista. Era un ejemplo de constancia, humildad y alegría. Un joven que había pasado por las categorías del Real Oviedo y había vestido la camiseta del CD Covadonga, dejando huella por su compromiso en el campo y, sobre todo, por su forma de ser fuera de él.
Una promesa forjada en la cantera
Desde muy pequeño, Joel se calzó las botas con la pasión que solo entienden quienes aman el fútbol de verdad. En los vestuarios azules del Oviedo aprendió a crecer como futbolista y como persona. Luego, en el CD Covadonga, continuó compartiendo esa energía contagiosa que le caracterizaba. Aunque en los últimos tiempos su trayectoria deportiva se había interrumpido, nunca dejó de ser parte del alma del fútbol asturiano.
“Era de esos jugadores que hacían equipo solo con su presencia. Nunca una mala palabra, siempre dispuesto a ayudar”, recordaba ayer uno de sus antiguos entrenadores, visiblemente emocionado.
El accidente: una curva, un destino cruel
El accidente se produjo en la tarde del sábado, en una vía local del municipio de Cabranes. Joel circulaba en motocicleta cuando, por causas que investiga la Guardia Civil, perdió el control en una curva y sufrió una caída que resultó mortal.
Los servicios de emergencia solo pudieron certificar su fallecimiento en el lugar del siniestro. La noticia se propagó con rapidez, dejando un rastro de incredulidad y tristeza entre familiares, amigos y antiguos compañeros de vestuario.
Asturias despide a un joven con luz propia
Las muestras de cariño no han dejado de multiplicarse desde entonces. Amigos, excompañeros, clubes y vecinos de Oviedo han expresado su dolor en redes sociales y mensajes que coinciden en lo mismo: se ha ido demasiado pronto, y deja un vacío imposible de llenar.
“No hay consuelo cuando se apaga una vida con tanta luz”, escribía un amigo de la infancia.
“El cielo hoy tiene un jugador más. Siempre con nosotros, Joel”, publicaba el CD Covadonga.
El adiós que nunca se debería escribir
Joel Giraldo González tenía toda la vida por delante. Un joven fuerte, alegre, amante del deporte y de los suyos. No hay forma de entender su marcha. Solo queda abrazar a su familia, acompañar a quienes le querían y honrar su memoria con el mismo espíritu noble que él compartía con el mundo.
Descansa en paz, Joel. Hoy todo el fútbol asturiano llora por ti.