¿Sabes por qué en España comemos 12 uvas en Nochevieja?

¿Sabes por qué en España comemos 12 uvas en Nochevieja

La tradición de las doce uvas en Nochevieja en España tiene una historia rica y diversa, con varias teorías sobre sus orígenes y una evolución que abarca más de un siglo. Aquí se detallan los aspectos clave de su origen y desarrollo:

 

Orígenes en el siglo XIX

  • La tradición parece haber comenzado en Madrid en el siglo XIX. Influenciada por la alta sociedad francesa, la burguesía madrileña adoptó la costumbre de celebrar la Nochevieja con champán y uvas. Esta práctica, inicialmente reservada a las clases más acomodadas, comenzó a imitarse en un tono más burlesco y satírico por otros segmentos de la sociedad madrileña.

Excedente de uvas en 1909

  • En 1909, en Alicante, se produjo un excedente en la cosecha de uvas. Los viticultores, para dar salida a este excedente, idearon una campaña de Navidad que promovía el consumo de uvas en Nochevieja. La práctica se popularizó con la venta de paquetes de doce uvas, lo que ayudó a extender la costumbre a un público más amplio y a otros estratos sociales.

Evolución y expansión de la tradición

  • Con el tiempo, la costumbre de comer doce uvas en Nochevieja se extendió por toda España, convirtiéndose en una celebración de fin de año por excelencia. La práctica se normalizó y dejó de ser una mera sátira para convertirse en una tradición arraigada en la cultura española, celebrada con gran entusiasmo en todas las ciudades del país.

Significado de las doce uvas

  • Cada una de las doce uvas simboliza los doce meses del año. Se cree que comer una uva con cada campanada trae buena suerte para el mes correspondiente. Esta asociación simbólica ha contribuido a que la costumbre sea percibida como un acto de buen augurio y esperanza para el nuevo año.

Dudas sobre la fecha exacta de origen

  • A pesar de las diversas teorías, la fecha exacta de origen de la tradición sigue siendo un tema de debate. Lo que sí está claro es que la costumbre ya existía desde finales del siglo XIX y que probablemente se popularizó y se consolidó como una tradición generalizada a raíz del excedente de uvas en 1909

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