Moreda recupera el latir de Los Humanitarios alejando la pandemia

Moreda recupera el latir de Los Humanitarios alejando la pandemia

Por Manuel Luis García Bernardo, Cuqui.-El once del once no es solo un slogan de la once. Ese día, desde hace 116 años la Sociedad de los Humanitarios de San Martín de Moreda de Aller, lo tiene grabado a fuego. Todo suena muy bien, es un festivo en el Concejo de Aller. No hay cole, los bancos cierran, los médicos delegan en el teléfono, los padres si curran en otro Concejo tienen dos alternativas, los universitarios pueden pasar de todo y los funcionarios se cogen un moscoso. Este año se vive de otra manera, no en vano es como un sucedáneo del año que marco nuestras vidas con el coronavirus.

Los protagonistas del 2020 han sido los mismos para este año. Pregonera, Xana, Pintor y Humanitarios del año. Pasaran a la historia como dos veces galardonados. Pero lo que celebramos se mantiene... que es lo primordial y la esencia de los Humanitarios. Es muy lindo mantener las costumbres, las tradiciones, el legado heredado que debe prevalecer. Socorrer al necesitado, ayudar al que acude a la sede de Campera.

Estamos en un año crucial. La actual presidenta de la Sociedad de los Humanitarios de San Martín de Moreda de Aller, Esperanza del Fueyo, tiene intención de dejar el cargo el próximo mes de febrero del 2022, tras 25 años al pie del cañón. No hay reparo, ni reproche alguno durante estos años. Es más, llevó a la sociedad a cotas que serán patrimonio para sus sucesores. Que hoy por hoy, no hay alternativa. Suenan, se postulan nombres pero no hay de nada de nada al día de la fecha.


Hoy, Moreda de Aller estaba a rebosar. A las nueve de la mañana, un sinfin de voladores nos hacia no solo despertar, sino sentir que algo especial en este día iba suceder. Nuestro querido patrón San Martín nos invitaba a sumarnos a la fiesta que en su honor celebramos. Antaño, un par de años atrás, quien lo iba decir. La misa iba ser el foco primordial. Antes de las limitaciones por la pandemia, las carrozas, el desfile de las Xandas (peñas de amigos) era el clímax. Este año, al menos salvamos la puya del ramu. Las terrazas hicieron de encuentro, los bares de acercamiento y las mesas de hermanamiento. La verdad que el día acompañó y la gente disfruto.

Esperemos que el año que viene, las mascarillas se vayan para siempre y los trajes regionales sean como nuestro ADN. Mañana, será el principio de una nueva etapa. Esperanza, gracias, por todos estos años. Con nostalgia escribo esto, por todo lo que representa. Pero, los HUMANITARIOS deben seguir... al menos otro Centenario.

Antes escribía desde la capital, ahora lo hago desde Villanueva, en Moreda de Aller.

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