El Jardín Botánico de Gijón ya tiene un "Rincón de la Poesía"

El Jardín Botánico de Gijón ya tiene un "Rincón de la Poesía"

 

  • Cada trimestre se dedicará a un escritor o escritora, siendo el elegido para su inauguración Francisco Brines, recientemente fallecido y último premio Cervantes.

 

 

El Ayuntamiento de Gijón ha inaugurado hoy, en el jardín histórico de La Isla del Jardín Botánico Atlántico, el Rincón de la Poesía, un espacio dedicado a la promoción de este género literario y en el que las personas aficionadas podrán reunirse para hacer lecturas y compartir experiencias.

 

Se trata de una iniciativa promovida por la asociación Encadenados, dedicará cada trimestre a un poeta, siendo Francisco Brines, último premio Miguel de Cervantes, el encargado de abrir el lugar. Sus poemas son próximos y vitalistas, en ellos los grandes temas del amor y la belleza coexisten con la reflexión sobre el paso del tiempo y la muerte, vivida con la actitud serena del que comprende que la “hermosura de la vida” continuará en otros. Por su parte, la ilustración que acompaña a su biografía es obra de Carmen Echegaray, miembro de la propia asociación. Cabe señalar que en la nueva edición actualizada del plano que se entrega a las y los visitantes, el Rincón de la Poesía ya se encuentra señalado.

 

El concejal de Medio Ambiente, Aurelio Martín, ha participado en la inauguración de este espacio, donde ha aprovechado para señalar que el Jardín Botánico Atlántico empieza a recuperar el número de visitantes anterior a la pandemia, en buena medida gracias a la programación y propuestas que se llevan a cabo en este equipamiento municipal. Así, durante este mes de julio se han registrado 12.173 visitas, solo 1.530 menos que en julio de 2019, una tendencia que se prevé que se consolide durante el mes de agosto. Ayer martes, en tan solo un día, visitaron el Jardín 664 personas.

 

La asociación Encadenados:

Los integrantes de un taller de poesía de la Universidad Popular de Gijón, decidieron en el año 2005 seguir reuniéndose al acabar las clases, para continuar disfrutando juntos de la poesía.

Ese encuentro de amantes de la poesía dio lugar a la Asociación Encadenados, que desde entonces desarrolla un proyecto de creación y difusión de la poesía  mediante actividades gratuitas que la hagan atractiva y accesible, reuniéndose mensualmente en el Centro Municipal de La Arena, en reuniones abiertas al público en general.  También con carácter mensual es su colaboración con el grupo Versos Libres, con el que organizan los Encuentros Poéticos del Centro Cultural Antiguo Instituto.

Dentro de su labor de difusión de la poesía, organizan lecturas poéticas en centros culturales, librerías, asociaciones deportivas, centros de mayores y bares de encuentro.  También promueven la poesía de calle con motivo de ferias, festivales, conmemoraciones y homenajes, en Gijón y otros municipios.  Entre los participantes en estos encuentros reparten, gratuitamente, un libro de poemas que editan anualmente con la subvención que reciben de la Fundación Municipal de Cultura de Gijón

 

Francisco Brines (Valencia, 1932 - 2021):

Tras cursar estudios de Derecho en Deusto, Salamanca y Valencia  se traslada a a Madrid para estudiar Filosofía y Letras, donde hizo amistad con escritores del grupo poético de los años 50.  Fue profesor de literatura española en la Universidad de Cambridge y más tarde de lengua española en la Universidad de Oxford.  Siempre regresaba a su casa de Oliva, donde añoraba su infancia y recordaba la tolerancia de su padre, que nunca se opuso a la vocación poética de su hijo, aunque no entendiera la poesía. Allí era feliz escribiendo sus poemas rodeado de naranjos, con la silueta poderosa del Montgó al fondo.  Hasta su fallecimiento en 2021 vivió en la casa familiar, donde continuó escribiendo su poemario inacabado “Donde muere la muerte”, que nunca quiso terminar. Su último regalo fue convertir su masía de Oliva en sede de su Fundación, que concederá premios de poesía en castellano y valenciano, y donar a su querida ciudad su biblioteca de más de 30.000 volúmenes. Sus grandes referentes fueron Juan Ramón Jiménez y Luis Cernuda, a quien dedicaría su discurso de ingreso en la Real Academia de la Lengua en 2001.

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