Aquí el que no corre, vuela

El nuevo Gobierno de la nación va completando el organigrama de altos cargos sin que, por supuesto, a Mariano Rajoy le tiemble el pulso. Claro que la ausencia de asturianos en el mismo es total. Mala pinta tiene para Asturias. En el Consejo de Ministros de ayer se nombró presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) a un diputado popular por Guadalajara, Ramón Aguirre, quien nacido en Madrid y persona de confianza de Rodrigo Rato tendrá la responsabilidad de afrontar el futuro inmediato de HUNOSA a quien la Unión Europea quiere cerrar sus seis pozos de aquí al 2018. La SEPI, que depende del ministro de Hacienda Cristóbal Montoro, verdadera persona fuerte del Gobierno central, tiene empresas complicadas que agrupan todavía a 27.000 trabajadores. Una de los primeros pasos del nuevo presidente de SEPI será nombrar presidente de HUNOSA en sustitución de Juan Ramón Secades. Como lógicamente deberá de hacerlo tras escuchar al delegado del Gobierno en el Principado, Gabino de Lorenzo se decanta por su hasta ahora compañero de corporación municipal, el ingeniero de minas Jorge Menéndez Vallina, actual concejal de cultura y deportes del ayuntamiento ovetense.

HUNOSA, a punto de bajar el listón de los 1.700 trabajadores -quien lo diría hace solo unos pocos años-, no solo ha de afrontar el futuro inmediato de sus 6 pozos, aún motor importante de empleo en las cuencas, si no también sus planes de diversificación que en su mayoría hasta el momento han sido un fracaso por lo que no han contribuido, todo lo contrario, al desarrollo de la economía de las zonas del Nalón y del Caudal. Al Gobierno del Partido Popular le queda aún por nombrar a los presidentes de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, de ADIF, de RENFE y de FEVE, todas ellas con especial incidencia en nuestra comunidad autónoma. Un traje a la medida para la presidencia de la Confederación es el del ingeniero Juan Miguel Llanos, que profesionalmente pertenece a su plantilla y que en las últimas elecciones autonómicas apostó por Foro Asturias, nombrándole Francisco Alvarez-Cascos director general de Carreteras y Transportes a las órdenes de Isabel Marqués y de Juan Vega. Con todos los respetos para estos últimos, creo que Llanos hubiera sido un magnífico consejero de Fomento y me consta que no está a gusto en el equipo de la graduada social de Tineo, aunque nacida en Cangas del Narcea. A lo mejor el persistente delegado del Gobierno consigue convencerle de que vuelva al redil del PP. Para la Confederación del Cantábrico sería un buen fichaje, reconociendo también la importante labor que en los últimos años ha hecho al frente de la misma Jorge Marquínez, otro excelente técnico. Nos queda ADIF, que a buen seguro recaerá su presidencia en otro técnico de confianza de Cristobal Montoro y RENFE y FEVE, sonando el nombre del concejal ovetense Jaime Reinares. FEVE es una asignatura pendiente cuyas pérdidas han ido en aumento hasta el punto que un técnico de la nueva Administración me cuenta que el Estado tiene que aportar 40 euros por cada viajero que utiliza este tren de vía estrecha. Ahora FEVE se ha hecho cargo del tren turístico Al Andalus de cuyo proyecto RENFE tiró la toalla. El nuevo Al Andalus será presentado dentro de unas fechas en FITUR y lo está gestionando el anterior director general de la compañía Amador Robles; lo que no se es que ocurrirá ahora con la nueva Administración más lo que pase en las elecciones autonómicas de Andalucía.

Respiro para el ente público RTPA a la espera de que la Junta General del Principado elija nuevo director general. Si me preguntan por un nombre diría el del periodista mierense Faustino F. Alvarez, últimamente muy en la órbita de Alvarez-Cascos. De momento sigue como director general de funciones Antonio Virgili y de contenidos Guerenabarrena que sí, dimitió de director general, tras haber sucedido en funciones al cerebro gris de este ente público José Ramón Pérez Ornia, pero que continúa en plantilla a la espera de que la nueva organización le dé el pasaporte. A la espera de la nueva ley que Mariano Rajoy prepara para dar entrada en la gestión de las televisiones autonómicas al capital privado Francisco Alvarez-Cascos ha tenido que soltar la mosca y esta semana transfirió 1,9 millones de euros al ente público RTPA. Dicho ente tiene en estos momentos en plantilla 91 trabajadores, de ellos 14 pertenecientes a la productora de programas del Principado. Claro que mientras el personal fijo tiene asegurado, pro tanto, el cobro de sus nóminas, las productoras subcontratadas siguen con el agua al cuello y Zebrastur, por ejemplo, anuncia que en horas dará por finalizado uno de los programas más vistos de la televisión autonómica, el de Conexión Asturias. Zebra, propiedad del asturiano José Velasco, uno de los productores de televisión más importantes de España, busca nuevos socios y así acaba de firmar un preacuerdo con la multinacional francesa Banijay, fundada por Stéphane Corubit, poseedora también en España del 51 por ciento de la productora Cuarzo de Ana Rosa Quintana. No me extrañaría que en su momento José Velasco opte por intentar hacerse con la gestión de la TPA, abandonando sus instalaciones en el antiguo convento de Las Clarisas en la Universidad Laboral de Gijón para centrar todo el trabajo en el edificio municipal en el polígono de Olloniego que Gabino de Lorenzo le cedió por 20 años. Aquí el que no corre, vuela.



Dejar un comentario

captcha