Mesas petitorias

En los tiempos en que no había crisis, lejos de ese pleno empleo que prometió José Luis Rodríguez Zapatero, uno de sus grandes fracasos, las únicas mesas petitorias que se ponían en las calles ovetenses era para el recaudar contra el cáncer. Pero los tiempos cambian, evidentemente, e incluso el alcalde Gabino de Lorenzo llegó a colocar alguna delante del mismísimo Teatro Campoamor para recabar firmas contra el proyecto del centro cultural Niemeyer en Avilés al considerarlo todo un ataque a la capital del Principado, o sea, una muestra más del cerco al que está sometido Oviedo según su opinión. Continúan los tiempos cambiando y ahora, a unos pocos metros una de otra, me encuentro con mesas petitorias de firmas con distintos fines. En la calle de Uría, a la puerta del establecimiento de El Corte Inglés, unas señoras de Foro Asturias presentan al ciudadano los folios para conseguir su autógrafo a fin de poder recabar el suficiente número -ya lo han conseguido aquí y en Madrid- que permita a dicha formación política presentarse a las elecciones del 20 N. Poco más allá, en la calle de Gil de Jaz, delante del hotel de la Reconquista, trabajadores de la Radio Televisión del Principado, o de alguna de sus productoras, piden firmas contra la pretensión del jefe del Ejecutivo asturiano de cargárselos con el pretexto de reducir gastos. Me preocupa que en lo de cerrar las autonómicas coincidan Francisco Alvarez-Cascos y Rosa Díaz mientras el candidato de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), el abogado gijonés Ignacio Prendes está mudo. ¿Será por falta de altavoz?.

Acaba de reunirse el consejo de comunicación del ente público RTPA que ha cambiado de presidente. Antes lo era el redactor de Radio Asturias Angel Fabian y ahora es una señorita, Adriana, que creo tiene una galería de arte en Gijón. Me sorprende que a estas alturas no se hayan pronunciado -a la hora de cobrar dietas nunca fallamos- aunque hace un par de días se reunieron con el director general de RTPA Guerenabarrena quien les informó de la crítica situación en que se encuentra la empresa. Este señor que es asturiano, de Salinas, y en sus tiempos jóvenes un buen actor de teatro, no es que lo haya puesto en el cargo -está por el dedo- el ayuntamiento sino la anterior administración del Principado por recomendación de su antecesor -el más listo de todos- José Ramón Pérez Ornia quien ante lo que se avecinaba optó por la jubilación. Pienso que a lo mejor una manera de salvar la situación sería que el citado Guerenabarrena y demás directivos, así como los miembros de los consejos de administración y de comunicación del ente, dimitieran al no tener la confianza de la Administración autonómica permitiendo al gobierno de Francisco Alvarez Cascos colocar a gente de su confianza, lo mismo que en su día hizo Vicente Alvarez Areces, pero, ya se sabe, en este país llamado Asturias, que diría Alvarez-Cascos, nadie quiere bajarse de la piragüa.

Veo lógico que Francisco Alvarez-Cascos quiera ganar el cielo, y nada mejor para ello que hacerse un habitual de los micrófonos de la COPE pero es que, la verdad, se pasa. Esta noche, sobre las 10,00, será de nuevo entrevistado en la cadena de la Conferencia Episcopal. En campaña pre electoral utilizar cualquier medio de comunicación está bien visto por los políticos que buscan tocar poder, más del que ahora disfrutan, de ahí que Francisco Alvarez-Cascos tampoco tuvo empacho en acudir a la tele autonómica de Madrid en la noche pasada para ser entrevistado al final de uno de sus informativos. Vi y escuché sus declaraciones. Sin cortarse un pelo  le dijo a la locutora de la televisión autonómica de Madrid que  había que cargarse la de Asturias por costosa. ¿Y por qué no lo dice también de Telemadrid a su buena amiga Esperanza Aguirre?. Por la tarde el líder de Foro Asturias, mientras su dedo meñique, Enrique Alvarez Sostres, alentaba a una discreta audiencia en el alicaído Centro Asturiano de la capital de España, se reunía en un hotel con asturianos encuadrados en la asociación Asturianos en Madrid (ASMA). Poco tirón ha tenido el presidente del Principado ya que los asistentes no llegaron al centenar. Pero Alvarez-Cascos como es inasequible al desaliento confía en obtener 2 diputados en Madrid que con los 3 con que sueña en Asturias le permitirían crear grupo parlamentario propio. Quiere convertirse en freno a los nacionalismos, que no a las autonomías, pero se me antoja que lo tiene crudo



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