El Banco de España

El españolito maduro en años, tiene el recuerdo de imponentes edificios que el Banco de España  mantiene en capitales de provincia y otras poblaciones importantes. Se trata de oficinas con un estilo tendiendo a mausoleo pretencioso, con grandes rejas y bronces dispersos. La imagen del Banco de España adquiere esplendor nostálgico en su domicilio social en Madrid y el recuerdo de la gran cámara acorazada refrescada por las aguas de la fuente de La Cibeles.

La verdad es que el ciudadano tiene un conocimiento más bien confuso de la función que cumplen el Banco de España y sus sucursales, ya que tampoco suele tener necesidad de acercarse a tales dependencias. Las cajas de ahorro y bancos conocidos satisfacen o satisfacían sus circunstancias de ahorro y negocio.

Las entidades financieras, cajas y bancos, que en tiempos estuvieron revestidas de un halo de prestigio y seriedad, aunque a veces rozasen el préstamo usurario, han ido perdiendo dosis de estimación y fiabilidad por su comportamiento en los momentos de la recesión. Una mezcla de incompetencia junto a contaminación política, en el sector de las cajas y una defensa a ultranza del dividendo, en los bancos, los han puesto en la picota de la censura pública.

En plena crisis, el Gobierno aseguraba que nuestro sistema financiero era modélico y poco después empezaron los saneamientos de cajas de ahorro y los test de bancos, para remediar irresponsabilidades y abusos con ocasión de la burbuja inmobiliaria. Hoy la imagen de servicio está en entredicho a pesar de ofrecer cajeros, banca telefónica, Internet, tarjetas, seguros, ect. e incluso la posibilidad de hablar cara a cara con el cliente. El fundamento del negocio bancario es el préstamo y esto ya no se práctica .Se recurre a las comisiones por cualquier gestión, a la venta de activos y a la ejecución de hipotecas correspondientes a aquellos mismos clientes que empujaron al despilfarro.

En este nuevo escenario ha estallado el escándalo de las indemnizaciones millonarias a directivos de cajas que fueron reflotadas con dinero público y que además han enviado al paro a algunos miles de empleados. Las criticas se han centrado en los gestores, acusándoles con razón de auténticos atracadores sociales, pero han sido menos contundentes a la hora de señalar la responsabilidad del sistema que permite tales desmanes.

En esta línea el Banco de España se lleva la palma por su ineficacia, falta de supervisión e incompetencia como organismo oficial de control, cuando ahora esa es ahora su función principal al haber dejado de ser el instrumento principal en la aplicación de la política monetaria y la histórica de emisión de moneda.

El PP ha dicho que si llega al poder reformará la gestión del Banco de España y de los otros entes reguladores  para que efectivamente sean órganos técnicos e independientes y no refugio de políticos afines al partido en el poder.

Nuestro Banco de España ,el sucesor del Banco de San Carlos que fundó Carlos III para facilitar la colocación de los vales reales y del Banco de San Fernando que se estrenó en 1856 como tal Banco de España, está hoy integrado en el Sistema Europeo de Bancos Centrales y sus competencias se centran en la supervisión de la solvencia de las entidades financieras y protección de los depositantes. Ya es anécdota aquella leyenda: “el Banco de España pagará al portador……..”.Como banco de la nación deberá seguir siendo el vigilante riguroso de los agentes financieros ,pero solamente será posible si afirma su autonomía frente al poder político. Difícil tarea que no consiguieron los 68 Gobernadores, incluido el actual, que ha tenido el Banco de España en sus más de 150 años de historia.



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