En bata y zapatillas

Las conversaciones para formar nuevo gobierno deben de estar llevándose con gran sigilo, como quería Mariano Rajoy, y es que, no se si se habrán dado cuenta, el líder socialista Pedro Sánchez, tan dado a explotar su fotogenia, ha desaparecido de los medios de comunicación a la espera del día 9 en que el PSOE celebrará pleno de su comité federal y a lo mejor en él surge la gran sorpresa.

El hecho de que a Pedro Sánchez estos días le haya comido la lengua el gato no deja de ser un síntoma, así como la visita primero de Michaell Obama y luego la de su marido, precisamente el día 9, por lo que estoy seguro que los norteamericanos, tan buenos amigos nuestros, examinarán y aconsejarán a nuestros políticos que hacer para formar cuanto antes nuevo gobierno. El brazo de la Casa Blanca es alargado y los EE.UU. no pueden permitirse, tras lo de Gran Bretaña, otra desestabilización es un país de la Unión Europea.

Mientras, los de los de Podemos lamen sus heridas y todos aducen errores para quitarle presión al líder, Pablo Iglesias. Pisar moqueta suele provocar pérdida de orientación a los nuevos partidos, caso de Ciudadanos, y el secretario regional de Podemos Daniel Ripa, mi querido "Daniel, el travieso", lo decía alto y claro ayer a los periodistas: Tenemos que volver a practicar la política a pie de ciudadanos, la política en bata y zapatillas. También emplea el mea culpa la señora Bescansa por no haberse gastado los euros en una encuesta propia y fiarse, parece mentira, de la del CIS. Bescansa, gallega de alcurnia, me recuerda a cierto personaje misterioso de una de las películas de Ingmar Bergman. A ver como ejercen ahora la oposición durante cuatro años.

Tiene gracia, por cierto, que todos salten ahora al cuello de Mariano Rajoy por haber echado mano un año más a la reserva de las pensiones a fin de abonar la paga de julio, la que en su día creó el león de Fuengirola, el ministro franquista José Antonio Girón de Velasco. Sabiendo que llevamos años echando mano a esa caja durante la campaña a ningún político se le ocurrió interrogar a Mariano Rajoy que iba a pasar a los pocos días del 26 de junio. Lo fácil fue perder el tiempo de campaña descalificándose unos a otros, pero de analizar temas concretos y tan preocupantes como éste, nada de nada. Solo se acuerdan de Santa Bárbara cuando truena.

Tensa esta la situación entre la presidenta de HUNOSA Teresa Mallada y los sindicatos. La chispa saltó cuando a la dirección de la empresa pública se le ocurrió abrir también a los turistas el pozo Sotón para ser visitado los fines de semana. Mallada es una ingeniera allerana que los tiene bien puestos así que no me sorprendió ver en televisión unas declaraciones suyas en las que con contundencia manifestó que en HUNOSA se habían terminado los privilegios a las centrales sindicales. Claro que estos son otros tiempo y HUNOSA apenas tiene mineros, los sindicatos afiliados y ya no está de lobo feroz de José Angel Fernández Villa. La presidenta, que de continuar gobernando Rajoy en La Moncloa puede muy bien sustituir a Gabino de Lorenzo como delegada del Gobierno, dado además su buena conexión con Mercedes Fernández, hace lo que puede para mantener vivo el espíritu de HUNOSA así como tranquilizar al accionista, la SEPI, que achaca todos sus males económicos a los resultados de HUNOSA y de Navantia. La empresa pública asturiana apenas saca carbón de interior y lo poco que hace se debe a unos minadores que adquirió hace un año y al centenar de mineros checos y polacos que aún trabajan en sus pozos. El 2018 está a la vuelta de la esquina y con él el fin de una compañía que se fundó en 1967 y llegó a tener 30.000 trabajadores directos y otros tantos indirectos. Cómo no va a estar Asturias en crisis!



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