Asturias, de pasada en el Congreso

Como estaba previsto el candidato a la presidencia del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, no logró los votos necesarios para ser investido como tal. Fue el de ayer un largo y denso pleno en el que desde las nueve de la mañana y hasta la ocho de la noche hubo de todo, lo que puso a prueba el buen hacer del presidente de la Cámara baja, el vasco Patxi López.

Para mi quien estuvo en su sitio, con elegancia, educación y sentido de un alto civismo españolista fue el líder de Ciudadanos, Albert Rivera. No se escondió, no entro al trapo de las descalificaciones e insistió una y otra vez en la necesidad de que había que ser responsables con los españoles y buscar un gobierno que garantice el funcionamiento de las instituciones y la potenciación de nuestro país. Constitucionalista sin fisuras hasta se permitió decir algunos frases en catalán que al fin y al cabo es la lengua oficial de una de nuestras principales autonomías.

Si Albert Rivera fue la moderación y la compostura el líder de Podemos Pablo Iglesias estuvo violento y demoledor en su intervención como si se le notara mucho la pataleta por no haber llegado a un acuerdo con el PSOE y, por tanto, lograr una vice presidencia y varios ministerios del nuevo gobierno. Atacó a Pedro Sánchez que se limitó a cubrirse la mandíbula para que no le alcanzasen los izquierdazos, descalificó la figura de Felipe González recordando los tiempos del GAL, que no de la ETA, diciendo que el ex presidente tenía las manos metidas en cal viva y, por supuesto, descalificó una y otra vez a Mariano Rajoy y al PP.

El presidente en funciones, que abrió el turno de intervenciones, estuvo ocurrente, irónico a la gallega, y sacó en más de una ocasión de sus casillas al aspirante y a su grupo. Vi a un Mariano Rajoy a quien parecía le hubiesen recargado las pilas, con renovada vitalidad. A ver para que le sirven.

Como era de esperar Asturias solo salió a relucir una vez en boca del diputado de Foro y senador en la pasada legislatura Isidro Martínez Oblanca, político de absoluta confianza del fundador de su partido, Francisco Alvarez-Cascos, quien justificó su voto en contra de Pedro Sánchez porque éste no se había acordado de Asturias, lo que no es de extrañar, y por que no quiere que retornemos a los tiempos en los que José Luis Rodríguez Zapatero era presidente, tiempos, en su opinión, nefastos para España y para el Principado. Sin embargo, en el turno de réplica Pedro Sánchez estuvo ágil recordándole que había sido senador realizando duros ataques a los presupuestos del Partido Popular y al propio Mariano Rajoy, convencido, añadió el candidato, del próximo retorno de Cascos acompañado de su partido, lo citó textualmente, al Partido Popular.

La próxima reunión para una segunda votación donde el candidato solo necesitará de una mayoría simple, más votos a favor que en contra, será el viernes a partir de las 18,30 horas. De no conseguir la investidura Pedro Sánchez, y no lo va a conseguir, hasta el día dos de mayo no volvería reunirse la Cámara baja. Los personalismos continúan aflorando mientras España, a la italiana, funciona con una Administración central en precario. Sin embargo, debo reconocerlo, la prima de riesgo se mantiene en límites aceptables y las afiliaciones a la Seguridad Social han aumentado aunque la creación de empleo en su conjunto ha disminuido, salvo en Asturias donde la cifra es positiva aunque continuamos por encima de los 92.400 desempleados.

Volviendo al tema, creo que hoy se ha abierto aún más la brecha entre PSOE y Podemos. La misma Susana Díaz salió por televisión poniendo a Pablo Iglesias y su grupo lo que se dice a parir. Este encontronazo a Javier Fernández no le va a beneficiar en Asturias en donde Podemos ya le viene tocando bastante los cataplines en la Junta General del Principado



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