'Pitopausia' Real

Estos días, los españoles que no tienen como principal problema el de la subsistencia diaria, el paro, la precariedad y la miseria material y social, están entretenidos intentando dar una respuesta acertada a una  pregunta inquietante: ¿Por qué abdica precisamente ahora el rey Juan Carlos?.
He pasado las últimas noches reflexionando al respecto y analizando diversas posibilidades, la conclusión a la que he llegado -a diferencia de otros analistas y pensadores preocupados- es que Juan Carlos abdica porque tanto físicamente como mental y anímicamente no está e un momento idóneo y las perspectivas de mejora tampoco son muy halagüeñas. En otras palabras: hasta aquí llegó. Todo llega como a mi me llegó la "pitopausia".
Sobre lo que tengo la completa certeza es que el rey Juan Carlos no abdica presionado por los honorables asuntos en los que están metidos su hija Cristina eIñaki Urdangarín, ni tampoco por las pasadas relaciones vecinales con la rubiaCorina, ni siquiera por las presuntas cuentas en Suiza, ni tampoco por el hecho de ir a recechar elefantes a África cuando el país está en quiebra técnica económica y social. Y mucho menos abdica por las presiones del transparente Club Bildelberg que se reunió recientemente en Dinamarca con la presencia de la reina Sofía y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, o por el desconcierto de las huestes bipartidístas tras la irrupción, en las últimas elecciones europeas, de las hordas utópicamente salvajes que pretenden derribar el castillo de los acomodados antisistemas sociales gobernantes.



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