Paso por delante del palacio de Gobierno en la calle Suárez de la Riva. Ni un solo coche oficial a la puerta; eso sí, varias furgonetas en las que no se si meten o sacan cajas. A la puerta dos policías nacionales bostezan quizás agotados por lo de los 3 turnos. En la planta noble observo que están las luces encendidas. Se que que el doberman de la política asturiana ya está trabajando desde bien temprano. Un amigo mío al que encuentro de casualidad me dice que acaba de saludar al flamante vice consejero de Infraestructuras Juan Vega en la calle Fruela. Venga, que hay que currar y aún son las doce. El vice consejero deberá de darse una vuelta, y pronto, por las obras semi paralizadas de los enlaces de la autovía minera con la autovía de Villaviciosa. Grandes desmontes y cuatro máquinas funcionando a ritmo lento. El saliente, Enrique González Buendía, que supongo se reincorporará como abogado al ayuntamiento de Gijón, lógicamente no quiere saber nada. En la tarde de ayer el nuevo consejero de la Presidencia Florentino Piñón convocó por primera vez a los representantes de los medios de comunicación para darles los nombres de los 7 vice consejeros. Y nada de preguntas, pues mal empezamos, colega. No creo que todo un consejero y periodista esté para leer las notas que le pasa el jefe.

En todo caso no se que opinará Bibiana Aido, ahora en un cargo en el extranjero, y es que el nuevo presidente del Principado no ha respetado la paridad en sus nombramientos. De 16 -9 consejeros y 7 vices- solo hay 3 mujeres. Y las féminas de la oposición sin decir ni una palabra. Más de uno me comenta que los tiene asustados y que las dimisiones y huidas en las distintas consejerías estos días son en cascada. Me voy a Villavicoiosa donde todos los años por gentileza del empresario José Antonio Carbajosa ese lobo de mar que es José Costales nos prepara a una treintena de amigos bien sardinas, bien bonito, a la plancha. En esta ocasión fue lo último. José Costales, a punto de jubilarse, tiene barcos volanderos dedicados a la captura de la merluza, pero lo deja. De los dos barcos, uno ya lo ha entregado al desguace acogiéndose a esas subvenciones que por indicación de la Unión Europea abona el Principado para reducir la flota. En Lastres, de donde es, solo quedan 10 barcos dedicándose a la pesca y ahora solo 2 a la merluza. José Costales este año no ha podido llevar al desguace a la segunda embarcación porque el millón de euros que había para estos menesteres se ha gastado. “¿Y por qué lo dejas?” le pregunto. Sus argumentos más convincentes no pueden ser. “Lo del anasakis, que no se ha explicado bien. Solo te afecta si tomas mucha cantidad y cruda”. Otra razón de peso es que el precio de tan preciado pescado del Cantábrico está por los suelos. “La media desde principios de año no supera los 2,80 euros el kilo”.

La finca de José Antonio Carbajosa se llama “La Maseda” y creo que es la de mayor extensión de toda Asturias, más de 600.000 metros cuadrados. En su día perteneció al malayies Manuel Ron, fallecido no hace mucho en París donde llegó a ser vice alcalde además de jefe de los masones galos. Carbajosa tiene la finca muy cuidada, con caballos y ganado vacuno y en el jardín hay reproducciones de esculturas de Salvador Dalí. Al fondo, la ría. Departí el bonito con el nuevo alcalde de Villaviciosa el popular José Manuel Felgueres a quien conocí en sus tiempos nada lejanos de diputado y al que le deseo la mejor de las suertes en esta VIII legislatura que acabamos de empezar. También estaba su colega de Cabranes el socialista Alejandro Vega, todo un carrerón dentro del PSOE por lo que dada su juventud ¿Por qué no soñar que un buen día pueda ocupar el actual despacho de Alvarez-Cascos?. El presidente del Consejo de Comunidades Asturianas Manuel Fernández de la Cera está a la espera de que le releven. Me comenta que su sucesor quizás sea el alcalde de Cabrales Toni Prieto, del FAC, aunque se lo pregunté a cara perro el día de la investidura del presidente del Principado y me lo negó. Veremos. Mañana se reúne de nuevo el consejo de Gobierno para nombrar al tercer escalón, los directores generales. Emilio Marcos Vallaure -con 70 años es el abuelo de esta película; creía que era más jóven- tiene ya decidido quien será el nuevo director general de Deportes. Espero que sepa jugar para el pulgar o el presidente de la Federación Asturiana de Bolos Desiderio Díaz se llevará un buen disgusto