Los frailes de la Salle de Caborana (Aller)

 

Mi pequeño tributo a los hermanos/frailes del "Colegio Santiago Apóstol de la Salle de Caborana (Aller)" y a los niños que a mediados de los años sesenta fueron mis compañeros. Partía todos los días desde el barrio del Carmen de Moreda de Aller, a pata y en pantalón corto, tenía 8 años. Cuatro veces ya que había clases por las tardes. Íbamos por la vía del tren para atajar y trepábamos por un poste de la luz para acceder al patio del colegio.

Hoy, lo hacen en bus y sus "mamás" los acompañan hasta la misma puerta. Lo tengo que contar, hace unos años viviendo en la calle Toreno (Oviedo), una vecina bajaba cada mañana en el ascensor (ella, en bata) hasta el portal.

El colmo era que el autocar paraba delante del mismísimo inmueble. Ver para creer.

 

Aquellos "profes" de babero, nos enseñaban lo que tocaba por aquellos duros años. Una cosa que prevalecía era el ánimo de superación que nos trasmitían. Recuerdo leer el Quijote, todos de píe alrededor de la clase. Según, entonabas o a juicio del fraile, adelantabas o retrocedías unos puestos. En la cartilla escolar, cada mes figurabas el puesto que ocupabas en clase. Ejemplo, de 42 alumnos...eres el 14. Así, tus padres sabían lo que tenía en casa. La caligrafía era mi asignatura preferida, la plumilla, el tintero y la letra inglesa me acompañó hasta hoy. Alguna vez todavía presumo de ello y con un simple "boli" hago los perfiles finos/gruesos. Ya de niño me fijaba en las vagonetas de carbón y veía lo que escribían los mineros. Me decía, ese paso por la Salle.

 

Otra cosa curiosa, era llegada la cuaresma, todos los primeros viernes de mes, teníamos que ir a misa matutina (a las 8) antes de entrar en clase. Llegábamos con las pestañas pegadas y había que llevar de casa el azúcar/cola-cao (ellos, te daban la leche en polvo), nunca lleve nada pues me daba asco aquella leche. Es el día de hoy, que salgo de casa en blanco.

 

Os diré que el primer partido "oficial" de fútbol en que participe llevaba un brazalete color "amarillo" en el brazo, nuestro rival "azul", esa fue mi vestimenta. De la pelota ni os cuento, de goma dura. Y cuando llegaba el mes de junio, las notas de fin de curso eran entregadas en el teatro. Había un montón de regalos en el escenario. El profesor iba nombrando a cada alumno, según el puesto alcanzado. El primero de la clase accedía y lógicamente se llevaba lo mejor (un regalo por persona) el quinto en subir fue este que escribe y me lleve un cuadro de la Virgen para mi madre.

 

Solo pretendo con este artículo desempolvar la memoria de algún compañero y evocar aquel pasado tiempo. Crecimos entre pizarras, mapas de pared y caligrafía. Hoy, lo que no está en internet...no existe.

Tenía ganas de escribir algo sobre  Caborana, soy de Moreda pero la mitad de mis genes provienen de esta localidad. Hermanos frailes, hermanos alleranos, en fin hermanos todos, hasta el próximo.

 



2 comentarios

  • # Manuel Alvarez Cejudo " Lolin" para los amigos. Claro que re Responder

    03/02/2018 18:51

    Manuel Alvarez Cejudo " Lolin" para los amigos. Claro que recuerdo aquel colegio, lo que nunca entendí por qué se derribó esa es una cuestión que nadie ha querido responderme con claridad, añadiendo que nunca la cultura es un problema para nadie, o mejor dicho para nadie que piense como yo que, junto con la formación son parejas inseparables del progreso de las personas.

  • # Manuel Alvarez Cejudo Responder

    02/03/2019 18:18

    Este comentario que hace " Cuqui" respecto a los premios de fin de curso en los frailes de la Salle, me trae a la memoria un crucifijo que recibí el último curso en aquel excelente colegio. Yo le llamo "El cristo de Caborana" y vaya donde vaya por el mundo, siempre me acompaña en mis viajes. Una manía y un recuerdo permanente de Caborana.

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