Acudo al salón Covadonga del hotel de La Reconquista a la puesta de largo ante los medios de comunicación de la agrupación cultural “Ciudadanos por Asturias” cuyo presidente y principal promotor es el empresario Raimundo Abando Tartiere. Una reunión a la que asisten, además de los colegas, medio centenar de personas, principalmente de Avilés. Allí me encuentro con José Manuel Pérez “Pericles”, jubilado activo, como se autodenomina, durante años director de Valnalón y que me confiesa estar muy preocupado por la situación política, social y económica de nuestra autonomía, más que nada, me dice, por la pésima actuación de los partidos “tradicionales y de las JONS“, refiriéndose con sorna al PP, PSOE y Foro, por citar los más importantes. Otro que se ha subido a la plataforma en cuestión es el periodista gijonés afincado en Oviedo Manuel Comadevilla. El nieto del Celu Xuan, otrora persona de confianza del general secretario Francisco Alvarez-Cascos, apuesta ahora por este movimiento ciudadano cuya semilla principal está en Avilés en donde, por el momento, tiene  su sede.

Raimundo Abando Tartiere, del que ayer escribía en mi artículo, es un self managent y preparó esta mañana una presentación muy a la americana con las personas que componen la junta directiva que fueron saliendo al estrado, identificándose y diciendo por qué apuestan por esta iniciativa. Eché en falta en el acto a Juan Morales, el de IDEAS, pero me comentan que no pudo asistir. No le habrán dado permiso en la oficina de mediación laboral de Mieres que creo es donde trabaja como funcionario; tampoco vi al perejil de todos los guisos, el pintor tinetense Manuel Alvarez Linares. Si apareció, y me sorprendió, el ex consejero de Agricultura del Principado Luis Peláez, dado de baja del PP y de Foro hace tiempo, y que se dedica ahora a buscarse la vida como gestor de empresas por esos mundos de Dios, llámense Abu Dhabi o Perú. Me manifiesta su desencanto con las fuerzas políticas tradicionales de esta región, a la vez que apuesta por iniciativas como la que ahora un grupo de asturianos pone en marcha con “Ciudadanos por Asturias”.

Encuentro a Raimundo Abando en plan líder, con cierto tufillo mimético con el Alvarez-Cascos de hace dos años. Me comenta a modo de cotilleo que este acto quisieron hacerlo en el patio del Palacio Conde de Toreno que depende de presidencia del Gobierno pero que cuando acudieron a pedir permiso les contestaron que lo tenían ocupado todo el mes, lo que suena a mentirijilla gubernamental. Abando Tartiere en el curso de la lección sobre ética política que nos soltó de pie, y con vino y pinchos incluidos, anunció que se daba de baja como militante de Foro Asturias. Sus palabras fueron: “Es mi deseo estar libre de unas rigideces propias de otros tiempos y de un partido que adolece de todo lo que yo defiendo: democracia interna, transparencia económica y libertad de expresión”. Ahí queda eso, señor general secretario.

Responsables de “Ciudadanos por Asturias” me niegan que tengan por el momento contacto alguno con “Ciudadanos por Cataluña” y con su líder Albert Rivera. Esta nueva agrupación cultural y política hará su presentación al público en general en Oviedo el próximo mes de enero. Raimundo Abando me avanza que traerá a un conferenciante tan importante que seguro llenará la sala. Luego el proyecto pasa por ir a cada uno de los 78 concejos de Asturias. Mientras alguien me susurra al oído que el objetivo de Raimundo Abando es conseguir un cargo -ya fue presidente de la Junta de Obras del puerto de Avilés con Foro-, otra persona me indica ufana que estoy asistiendo al nacimiento de un nuevo partido político. Puede ser. Torres más altas que Foro, IU, PP o PSOE cayeron aunque no es fácil. Lo cierto es que hechos como el que nos ocupa, “Ciudadanos por Asturias”, suponen que algo se mueve en esta Asturias adormecida en crisis. De momento guardo en mi carpeta el discurso con que el consignatario asturiano nos obsequió esta mañana con alusiones al que fue clarividente tinetense Pedro Rodríguez Pérez y a José Agustín Argüelles, ilustre paisano quien pronunció por vez primera la palabra liberal cuando las Cortes de Cádiz. A Jovellanos ni lo mentó, que es exclusiva del general secretario.