Los monos de Gibraltar

"Con diez cañones por banda,
viento en popa,
a toda vela,
no corta el mar
sino vuela un velero bergantín"

Me dicen que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, en una de sus lecturas veraniegas, repasando la "Canción del Pirata" de Espronceda, se le ocurrió lo de los controles y el peaje en Gibraltar. El presidente del Gobierno,Mariano Rajoy, está contento con el ministro ya que fue el primero que, con su ocurrencia, desvió un poco la atención del caso BárcenasRajoy había puesto deberes para las vacaciones a su Gabinete y García-Margallo demostró que es un alumno aventajado.
También me comentan que el propio García-Margallo, preveyendo que los ingleses no se lo tomasen a broma, se puso en contacto con su colega de Defensa, Pedro Morenés, quien le confirmó la crítica situación del portaaviones "Príncipe de Asturias", casi ya desguazado, y que, entre ambos, decidieron llamar a puerto al "Juan Sebastian Elcano" -está en su último viaje- para recuperarlo, armarlo adecuadamente y enviarlo a defender el Peñón. Apuntó también Morenés a García-Margallo que con el último crédito que le dio el Ejecutivo para nuevas inversiones -hace cosa de unos días- igual le podía ayudar armando al "Siempre Rosalía", un arrastrero embargado, de unos 40 metros de eslora, de bandera Helvética, y con base en Marbella; pero sin asegurarle nada, andarían muy apretados de tiempo. No sabe si llegarán.
Los que seguro que llegan son los ingleses. La Armada Británica acaba de poner en marcha, camino de Gibraltar, al portaaviones "HMS Illustrious", su buque insignia, y a otros ocho barcos más. Todo parece indicar, dado el ingente despliegue, que no vienen de vacaciones; pero sí vienen con el miedo en el cuerpo. Hasta traen un zoólogo y un botánico por si acaso desembarcan y se encuentran con algo desconocido a parte de los bloques de hormigón del caladero, los contrabandistas de tabaco y las miles de empresas-tapaderas del dinero negro. Si la Armada supera la oposición del "Juan Sebastian Elcano" y el "Siempre Rosalía" (si llega), días más tarde tiene prevista la visita a la roca el joven heredero Príncipe Carlos y su segunda y ardiente esposa, Camila. Ambos reivindicarán a la Gran Bretaña y agasajarán con un té y unas tartas de manzana a toda la "peña" de los alegres monos de Gibraltar.
No se si estaré equivocado y pecando de poco patriota; pero dadas las circunstancias críticas en las que estamos, yo, en el lugar de Rajoy, García-Margallo y Morenés,emplearía la exigua flota de la que disponemos -un barco y medio- en la defensa de los ataques de la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional, y eso después de haber solucionado lo de el ex tesorero Bárcenas. Lo del peaje de Gibraltar, monos a parte, puede esperar. Avisados están los ingleses y, como ya dije antes, el miedo que tienen metido en el cuerpo les va a durar una buena temporada.



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