Pensar en lo que hacer

España no está al borde del precipicio, eso no es verdad, como diría el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. España está peor aún: está en caída libre. Y nuestros políticos, todos, gobierno y oposición, moviendo papeles, promoviendo pactos y mareando la perdiz para retrasar el golpe definitivo. Mientras eso ocurre, ellos, a cuerpo de rey y una buena parte de los ciudadanos hundidos en la miseria.
Recorte tras recorte e impuesto tras impuesto, los españoles estamos retrocediendo, en muchos casos, a épocas de posguerra. Para alimentar esa maquinaria burocrática y despilfarradora de la Comunidad Económica Europea y para alimentar ese desmadre de políticos, enchufados, aforados, imputados y ladrones de nuestro país, estamos dejando sin trabajo, sin hogar, y sin pan a millones de españoles. ¿Alguien, hace diez años, se hubiera imaginado que nuestros escolares (trescientos mil en Cataluña) fueran con una sola comida a las escuelas y sufrieran malnutrición?.
Mal tiene que ir un país en donde se crean -a gusto del consumidor y en este caso del Gobierno- un día sí y otro también "comités de sabios" o "comités de expertos" para liquidar el estado de bienestar sin que parezca un auténtico atraco al contribuyente. Aquí nadie crea "comités de sabios-expertos" para cortar el fraude y perseguir hasta la cárcel a los defraudadores, para cerrar los paraísos fiscales, para reducir la nóminas de los políticos profesionales, etc. etc.; aquí se crean "comités", con sabios a la carta (por ejemplo, uno de los sabios para el asunto de las pensiones es un economista del servicio de estudios de BBVA, entidad que, como todas las bancarias, está esperando con los brazos abiertos que las pensiones públicas caigan para que todos nos tengamos que caer en sus usureros brazos), para quitar ayudas a desempleados o para suprimir o reducir las pensiones.
El próximo "comité de expertos" lo nombrará, a su modo y beneficio, el ministro Cristóbal Montoro para que le asesoren en asuntos de impuestos. ¡Cuánta sabiduría subvencionada!.
No puede ir bien un país en donde los fiscales, nombrados por los políticos que marcan sus directrices a conveniencia, denuncian a los jueces; en donde hasta el Tribunal Constitucional, cuando lo primero que se le debería exigir es independencia, hasta ayer era "progresista" y hoy ya es de "mayoría conservadora".
Las elecciones generales están a dos años vista, están ahí a la vuelta de la esquina, hay que ir pensando que se va a hacer con esta pandilla de aprovechados, de mentirosos y de sinvergüenzas.



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