La lluvia no nos desanimó y llevo a Fernando Rodríguez Miaja, y a su hija Margarita, de excursión a Cudillero con parada obligada en San Esteban de Pravia para ver la desembocadura del río Nalón. Fernando Rodríguez Miaja es un ovetense, importante industrial en México, sobrino y yerno del general  Miaja, el defensor de Madrid, también ovetense, y con el que se exilió en México tras la guerra civil. Fernando Rodríguez Miaja tiene 94 años pero con una condición física y mental envidiable y ha vuelto a Asturias para sacar la fe de vida y la partida de nacimiento en el correspondiente registro civil de Oviedo ya que, por fin, ha decidido jubilarse en su tierra de acogida que es México D.F.

En esta jornada lluviosa, tan típica de nuestra tierra, nos acompaña el abogado e ingeniero técnico Juan José Menéndez que cuando se pre jubiló de HUNOSA le dio por dedicarse a la noble tarea de escribir, habiendo publicado ya las biografías de “Pura Tomás, una rosa perdurable”,” Ramón González Peña, generalísimo de la revolución”, “Belarmino Tomás, gobernador de Asturias” y “Miaja, el general que defendió Madrid”. Fernando Rodríguez Miaja fue el ayudante militar, como teniente, de su tío en la defensa de la capital de España, lo que frenó bastantes meses al ejército de Franco. Hace tres años estuvo en Oviedo con su esposa que lamentablemente falleció hace unos meses y que había sido una excelente deportista en la especialidad del tenis, deporte éste en el que el propio Fernando Rodríguez Miaja ocupó años atrás la presidencia de la federación mexicana y del comité organizador de la Copa Davis en aquel país. “Lo de Rafa Nadal es para quitarse el sombrero” me comenta.

Llevé a Rodríguez Miaja y a su hija a Cudillero porque su padre, Nicolás, era pixueto. Pese a la lluvia observo turistas mientras nos tomamos un tinto en “La Parra”, uno de los establecimientos, junto al antiguo puerto, más antiguos de la zona. Por lo visto sus abuelos, a los que no conoció ya que fallecieron antes de nacer él, tuvieron un hotelito en Cudillero. Estando en la villa marinera -la merluza del pinchu, pescada en la Mar del Medio, uno de los mayores caladeros del Cantábrico, tiene ahora certificado de calidad- no podía por menos que llevar al sobrino del general Miaja a comer en “El Pescador”, emblemático restaurante de la zona, donde Rodríguez Miaja se largó un buen plato de fabes con almejas que para mi quisiera yo cuando cumpla su edad. A los postres nos saluda Juan Luis Alvarez del Busto, cronista oficial del concejo y presidente de Amigos de Cudillero, quien pese a pasar por un momento difícil al encontrarse su madre en un muy delicado estado de salud, tiene el detalle de entregar a Fernando Rodríguez Miaja y a su hija, así como al autor de la biografía del general, Juan José Menéndez, unas publicaciones editadas por la Asociación de Amigos de Cudillero, especialmente un libro escrito por el propio cronista del concejo con costumbres, historias y diccionario pixueto.

Como no podía ser menos le hago a a Fernando Rodríguez Miaja una amplia radiografía de la situación política de Asturias. Como no podía ser menos sale también a relucir la figura de Rafael Fernández Tomás que acaba de fichar en Gijón por Foro Asturias. Ambos, Rodríguez Miaja y un servidor, recordamos una anécdota del hijo de Rafael Fernández y Pura Tomás que en cierta ocasión, estando aún vivo Franco, no se le ocurrió otra cosa que venir de México a Madrid y llevar un ramo de flores a la tumba de Pablo Iglesias.

Detenido por la policía, al tener doble nacionalidad, le pusieron en la tesitura de volver a México si ejercía sus derechos como ciudadano de aquel país o, de lo contario, si lo hacía como español ingresar en la cárcel. Ni que decir tiene que el bueno de Rafael Fernández junior cogió el primer avión que tuvo a mano de retorno al país hermano del que ya no regresó a España hasta la muerte de Francisco Franco.

En definitiva fue un placer haber vuelto a saludar en Asturias al ayudante del general Miaja. La familia sigue esperanzada en que algún día Oviedo haga justicia con su el ilustre militar y de su nombre a una de las calles de la capital. Hace tres años cuando el alcalde Gabino de Lorenzo le recibió en su despacho oficial, éste prometió estudiar la petición pero hasta hoy. El general Miaja tiene biografía pero no tiene calle. A ver si hay más suerte con los cambios que se avecinan en la casa consistorial.