Camino de las ruinas de Pompeya

Son tantos los tallos negros que veo en nuestra sociedad que no se me ocurre mejor cosa que enclaustrarme en una cama del Centro Médico. Con sus 120 días al frente del gobierno asturiano Javier Fernández logra hoy colocar a Asturias a la cabeza de las autonomías en cuanto a mayor crecimiento del paro en el último mes. Reunido en estos momentos en el Senado en unión del resto de los presidentes seguro que ve con envidia como Mariano Rajoy le endilga bajo manga un cheque de 1.000 millones de euros al independentista Artur  Mas para que la pobre Cataluña pueda pagar sus nóminas. Javier Fernández es ahora secretario general y general secretario, vamos, como un Francisco Alvarez-Cascos cualquiera, mientras a su compañero Vicente Alvarez Areces le eliminan de la ejecutiva -sus miserias como gestor están empezando ahora a salir a superficie- lo mismo que a la concejala avilesina Ana Concejo -la hija del que fue gran sindicalista Ulises Concejo-, que aquí los partidarios de Carmen Chacón por el momento tienen poco que rascar. Partiendo de la base que Mariano Rajoy no aguantará sin que España sea rescatada hasta después de las elecciones y que, estoy seguro, se verá obligado a convocar nuevas elecciones generales en verano, para nuestra tierra lo pintan calvo, haciendo agua, nunca mejor dicho, en todos los sectores. Y ojito con Arcelor y sus 6.660 trabajadores en Asturias que el indio ha decidido ir desprendiéndose de sus instalacciones siderúrgicas en Europa, obsesionado como está en convertirse en el rey mundial de los minerales. En Francia un sorprendido Holland le ha pedido al indio 60 días para encontrar un comprador a sus hornos altos cuyo cierre ya está decidido por Mittal. Y ya saben, cuando las barbas de tu vecino veas mojar pon las tuyas a remojar. Desde la suspensión de pagos de Jovellanos XXI hasta la de Asturvisa pasando por las dificultades económicas que apunta el grupo avilesino Daorje, el esperpento de Cajastur dando a luz a un banco malo, hasta la paralización de las obras de la capilla de la Catedral -no me extraña que el arzobispo Jesús Sanz durante las fiestas de San Mateo se haya refugiado en uno de sus lugares preferidos, Valdediós, para meditar ante tanta mala gestión-, Asturias se ve inmersa en una gota fría de la que, ciertamente, no es la única responsable, pero que nos está acercando al abismo si, además, Mariano Rajoy, tal como me temo, mete tijeretazo a las pensiones, la principal fuente de movimiento de dinero de nuestra autonomía y el sostén en muchos casos no solo de jubilados, si no incluso de hijos y nietos. Nuestros dirigentes, los mismos de siempre, venga a dar a la cháchara. Ayer tarde casi caigo de la cama viendo en el prograna de la TPA “Debate 30″ a Isidro Fernández Rozada, Jesús Iglesias, María Luisa Carcedo y Guilllermo Martínez -de éste me comentan que desde que es consejero se le ha ido subiendo el pavo- en un debate más de los mismo. Frases huecas, tópicos, puyas y los asturianos oyendo llover y mirando para otro lado. Camino de los 100.000 parados, sin industria competitiva, salvo honrosas excepciones, caso del Grupo TSK o de Duro Felguera, por citar, Asturias va camino de las ruinas de Pompeya.  Así que lo siento querido Toni Fidalgo, lograr 4 millones de euros para salvar al Real Oviedo va a ser más dificil que encontrar una aguja en un pajar.



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