La sociedad civil demanda consenso

Ramón Tamámes ha contado que hace bastante tiempo le explicó a Zapatero la oportunidad de  llegar a unos acuerdos con todas las fuerzas políticas para de esta forma abordar las necesarias reformas que exige una crisis como la actual. La respuesta del líder socialista fue que estábamos a punto de iniciar una rápida recuperación y que no necesitaba consensos.

En 1977, la inflación era del 42%, la deuda exterior alcanzaba los 12.000 millones de dólares y había más de dos millones de parados. España estaba empobrecida y embarcada en la aventura de pasar de la dictadura a un régimen de libertad. Para buscar una solución, Fuentes Quintana convenció a Adolfo Suarez de la necesidad de un pacto de reformas económicas y políticas con todos los partidos. Los Pactos de la Moncloa se firmaron el

el 25 de Octubre de 1977 y allí estaban Adolfo Suárez ,Felipe González, Santiago Carrillo, Fraga, Tierno Galván, Roca, Tamámes, Fuentes Quintana ,representantes del PNV y diferentes personalidades de la política y la economía.

 

Los acuerdos tenían partidas sobre control presupuestario, contención del gasto público, política monetaria y laboral, moderación financiera, liberación de mercados, reducción de cuotas de la SS, reforma fiscal y otras de regulación política. No duró mucho el consenso pero funcionó lo suficiente para salir de la crisis y entrar en la Transición con mejor pie. El profesor García Delgado ha escrito: “Con los Pactos de la Moncloa las dos Españas machadianas dejaron de retarse, imponièndose el pragmatismo al radicalismo, la tolerancia a la intransigencia, el deseo del cambio a la mera inercia de la conservación”.

El recuerdo de los Pactos de la Moncloa ha estado presente desde 2008 ,pero no ha habido ningún intento serio de repetir el procedimiento,  a pesar de que es evidente la similitud actual de la situación económica y social con la de treinta años atrás.

 

El fracaso hay que atribuirlo a la clase política de ahora, al menos en términos generales. Un ejemplo: Cayo Lara, Urkullo y Artur Mas,  han declarado que nunca pactarán con el PP. Eso es el mejor ejemplo de sectarismo y radicalidad, junto al desprecio al interés general.

La opinión pública clama por el cambio y por recibir mensajes de esperanza. Es terrible que desde órganos de autoridad se diga que hay que esperar 19 años para recuperar los niveles del 2004, especialmente en cuanto al empleo y es absurdo pensar que el cambio de orientación en la pasadas elecciones, va a significar la vuelta a la normalidad. Habrá control del gasto y poco más, entre otras cosas por que la economía está quebrada. Pero las grandes reformas tienen que ser consensuadas por las principales fuerzas políticas. Esa es la demanda de la sociedad civil cada vez más distante del juego político, que pasa olímpicamente de galgos o podencos, de primarias o congresos y que no aguanta más generaciones perdidas.

Cabe una opción, a la desesperada. Pedir a la CE que nos ocupe, que se implante un Protectorado, como un día lo hicimos en Marruecos.



4 comentarios

  • # Xana Responder

    05/12/2011 09:39

    Muy divertido. Vaya faena, el pobre hombre del pueblo de Vega, primero aceptan la invitación y luego le preparan igual la cencerrada.

  • # JAF Responder

    05/12/2011 16:40

    YO creo que hacian las cencerradas mas con animo de jarana(ya que antes no habia tantas cosas con las que divertirse).Asi tenian un motivo para dejar la faena y montar la fiesta.Me gusta.

  • # babin Responder

    10/12/2011 16:05

    Pobres novios, yo creo que se me quitarían las ganas de casarme....... Claro que por otra parte había pocos motivos de diversión entonces, algo tenían que hacer.

  • # babin Responder

    10/12/2011 16:07

    Pobres novios, yo creo que se me quitarían las ganas de casarme....... Claro que por otra parte había pocos motivos de diversión entonces, algo tenían que hacer.

Dejar un comentario

captcha