El número de especies en vía de extinción podría ser menor de lo que se creía

El número de especies en vía de extinción podría ser menor de lo que se creía

Las proyecciones del número de especies que se encuentran en peligro podría ser menor de lo que se creía, según una investigación publicada esta semana por un equipo internacional en Nature. Sin embargo, los científicos advierten de que esto no significa que el problema de la pérdida biodiversidad del planeta no sea alarmante.

 

¿Se ha preguntado alguna vez cómo se mide el número de especies para determinar si se encuentra o no en vías de extinción? Los científicos han utilizado tradicionalmente un método que tiene en cuenta la pérdida de su hábitat, algo que marca el inicio del camino de una especie hacia su desaparición.

Pero según la investigación publicada por los profesores Fangliang He, de la Universidad Yat-sen de China, y Stephen Hubbell, de la Universidad de California (UCLA), en Los Ángeles (EE UU), el método matemático comúnmente utilizando es erróneo, ya que siempre sobrestima el número de especies que se extinguirán debido a la pérdida de hábitat. En algunos casos, con un margen de error de hasta un 160%.

El llamado método de Relación Especies-Área (SAR por sus siglas en inglés) se utiliza para establecer, de forma indirecta, el número de especies que habitan en un determinado territorio. La primera vez que se ve un ejemplar de un animal o planta, se contabiliza como una especie. A partir de ahí y tomando como base el número de especies que hay en una determinada área, se hace una proyección de las que existirán en un territorio a medida que este se expanda.

 

Para calcular la desaparición de especies, los especialistas en conservación han utilizado tradicionalmente el método inverso: se calcula cuántas especies desaparecerían a medida que la cantidad de tierra disminuyese por la pérdida del hábitat. “El método contiene una versión hacia delante que sirve para añadir especies y otra hacia atrás, para valorar las que perdemos”, afirma Hubbell. “Sin embargo nuestra investigación muestra que este procedimiento es fundamentalmente erróneo”, afirma el investigador.

 

La fórmula era el problema

Las estimaciones sobre los niveles de extinción basadas en este método siempre eran mucho más altas que las que se observan en la realidad. Algo que la comunidad científica había atribuido a la conocida como “deuda de extinción”, o tiempo que debe de pasar para que una especie condenada a la desaparición se extinga verdaderamente de la faz de la tierra.

“Lo que han demostrado en su trabajo Hubbell y He es que el método falla porque se basa en que para el recuento de las especies, lo importante es el primer individuo que encuentras. Pero cuando cuantificas su pérdida no es el primer individuo sino el último de esa especie el que debe contar, y eso cambia significativamente el resultado de la ecuación”, explica a SINC Carsten Rahbek, del Centro de Macroecología Clima y Evolución de la Universidad de Copenhague y autor de un comentario especial aparecido en la misma edición de Nature sobre el impacto de este trabajo.

 

Para Rahbek el fallo del método utilizado hasta ahora no tiene nada que ver con la dificultad de establecer cuál es el último individuo de una especie. “Eso no tiene relación con la ecuación. Por supuesto que es importante cuando haces trabajo de campo, pero en este caso hablamos de la fórmula matemática que se aplica y la ecuación utilizada, que necesita ser corregida. Hubbell y He han creado una nueva función para el modelo matemático utilizado hasta ahora, que muestra unos resultados muy distintos.”, afirma, categórico.

 

Aun así, la situación es grave

Se muestra igualmente seguro en la rigurosidad del nuevo método. “Aportan una prueba matemática de cómo se ha de corregir la ecuación. No podemos estar seguro de los resultados que obtendremos, puesto que esto depende de los datos que haya disponibles en cada región del planeta, que arrojarán resultados distintos, pero sí sabemos que la fórmula es la correcta”, declara.

“Esto no implica, sin embargo, que las especies no vayan a extinguirse en grandes proporciones”, afirma Rahbek a SINC. Algo que han dejado muy claro los autores del artículo. “Que el método utilizado haya sido erróneo no significa que no estemos perdiendo hábitats a una velocidad mayor que en ningún otro momento de la historia de los últimos 65 millones de años”, explica Hubbell.

 

Como indica el naturalista de la UCLA, “ha habido cinco extinciones masivas en la historia de la Tierra –todas debidas a cambios climáticos, impactos de meteoritos o fenómenos volcánicos– pero podríamos estar entrando en una sexta”.

 

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