por  Arquidiócesis de Xalapa/México.-Sigue creciendo la expectación por la visita de Benedicto XVI a nuestro país. Los fieles están haciendo campañas de oración para que esta visita pastoral derrame abundantes bendiciones en un México golpeado por la inseguridad, la pobreza, el desempleo, la crisis económica y la pérdida de valores.

Por su parte, la prensa poco a poco retoma este tema para profundizar en el magisterio de uno de los principales intelectuales del mundo, así como para polemizar sobre algunos aspectos de su pontificado y de sus pronunciamientos oficiales. De hecho, todas las visitas del Papa a los diferentes países en estos 7 últimos años han estado precedidas por un ambiente enrarecido: en Alemania, Turquía, Estados Unidos, Brasil, Austria, Francia África, Malta, Portugal, Chipre, Croacia, Inglaterra, Australia y sin olvidar los meses de activismo ateo en España, con ocasión de su encuentro mundial con los jóvenes el año pasado.

El pontificado de Benedicto XVI viene acompañado de un ruido que está buscando la manera de impedir que se escuche lo que dice. Sin embargo, la profundidad de sus planteamientos y la calidad de sus enseñanzas han provocado el éxito en cada uno de sus viajes, a pesar de las campañas que se han armado en su contra.

Y es que el magisterio de Benedicto XVI despierta gran interés entre los intelectuales, ya que el Papa es de los pocos líderes del mundo que está diciendo cosas interesantes. Mientras muchos sectores se alinean por una agenda que es el resultado de la mentalidad capitalista y que erosiona a la familia, el Papa presenta la belleza del Evangelio, así como el aspecto joven, positivo, alegre y propositivo de la fe cristiana.

Hay una destacada cantidad de discursos memorables -incluso desde sus años como académico y posteriormente como Cardenal- que le han dado especial prestigio no solamente como hombre de Iglesia sino también como preclaro pensador. Sería realmente interminable esta lista, pero como olvidar la memorable tarde de discusión con Ju?rgen Habermas, el 19 de enero de 2004, en la que debatieron sobre Las bases morales prepolíticas del Estado liberal; la conferencia en la Sorbona de París sobre ¿La verdad del cristianismo?; la conferencia en la Biblioteca del Senado de la República italiana, el 13 de mayo de 2004, sobre Los fundamentos espirituales de Europa; y la última conferencia que impartió como Cardenal, un poco antes de su elección como Sumo Pontífice, en Subiaco, el 1º de abril de 2005, donde reflexiona sobre Europa en la crisis de las culturas.

Igualmente han sido memorables sus pronunciamientos ya como Sumo Pontífice en Ratisbona, Inglaterra, Brasil, Estados Unidos y Australia, entre otros. Desde sus años como académico y Cardenal ha escrito una cantidad destacada de libros y publicaciones, además de los documentos y encíclicas que ha publicado durante su pontificado. El Papa habla sobre la fe y la razón, el bien y la verdad, la presencia de la religión en la vida pública, la familia, el estado democrático, el relativismo moral, los sistemas económicos, las leyes del mercado, la globalización, el papel del Estado, el progreso, el hambre en el mundo, la migración, las finanzas, los microcréditos, las nuevas esclavitudes y un sinnúmero de situaciones que se relacionan con el sistema económico o con lo que él llama la dictadura del relativismo.

Un Papa con esta trayectoria magisterial y académica, pero sobre todo pastoral y espiritual estará con nosotros retomando la realidad mexicana y latinoamericana a partir del Evangelio de Jesucristo.

Se trata para nosotros del Pastor de la Iglesia, del hombre que sigue haciendo posible con su humilde servicio el ideal de Jesucristo de llevar el Evangelio a todos los rincones de la tierra, confirmar a los hermanos y fortalecer la unidad de los que creemos en Jesús. Por eso, en México y en Xalapa estamos agradecidos con el Señor porque la presencia de Benedicto XVI le dará un respiro a este pueblo que quiere seguir construyendo su vida sin marginar a Dios de la vida pública.

Saludamos desde la Atenas Veracruzana al Santo Padre y le deseamos un feliz viaje a México donde lo esperamos con gran expectación para ser fortalecidos con su mensaje y su presencia que confirma en la fe.