Asturias se prepara para un cambio brusco y contundente del tiempo. La suavidad de los últimos días tiene las horas contadas: una masa de aire polar irrumpirá con fuerza a partir del final de la semana y devolverá a la comunidad a un escenario plenamente invernal, con un desplome acusado de las temperaturas y la posibilidad de nevadas en cotas muy bajas, que podrían descender hasta los 300 metros de altitud.

El episodio, aún sujeto a cierta incertidumbre, apunta a ser uno de los más fríos del invierno hasta la fecha. El giro meteorológico será rápido y notable, obligando a extremar las precauciones tanto en carretera como en la vida diaria, especialmente en el interior y las zonas de media montaña.

Nieve donde no es habitual

El elemento más llamativo será la bajada progresiva de la cota de nieve. En un primer momento se situará en torno a los 1.000 metros, pero conforme avance el aire frío desde el norte, descenderá de forma drástica, pudiendo estabilizarse entre los 300 y 400 metros, sobre todo en el suroccidente y la zona central de Asturias.

Si este escenario se confirma, localidades que rara vez ven la nieve en el suelo podrían amanecer con una fina capa blanca, un fenómeno poco frecuente y con impacto directo en la movilidad, el transporte escolar y los accesos a núcleos de población del interior.

Frío intenso y heladas generalizadas

El frío será el gran protagonista. Se esperan heladas nocturnas generalizadas, especialmente en valles y zonas interiores, con temperaturas mínimas cercanas o incluso inferiores a los 0 grados. Las máximas también quedarán contenidas, con valores que difícilmente superarán los 8 o 9 grados, incluso en áreas costeras.

En Oviedo, el riesgo de ver copos mezclados con la lluvia será elevado durante las madrugadas y primeras horas del día, cuando el termómetro rozará el punto de congelación. La nieve podría aparecer de forma intermitente, sin grandes acumulaciones, pero suficiente para complicar el tráfico en momentos puntuales.

Costa sin nieve, pero con ambiente gélido

En las villas costeras como Gijón y Avilés, no se espera nieve, pero sí un ambiente especialmente frío y desapacible. La combinación de humedad, viento del noroeste y temperaturas bajas provocará una sensación térmica muy inferior a la marcada por los termómetros.

En el occidente, especialmente en zonas como Tapia de Casariego, el mayor riesgo vendrá de la mano del fuerte viento y los fenómenos costeros, mientras que en el oriente, por ejemplo en Llanes, se prevén chubascos intensos, que podrían ser en forma de granizo, manteniendo el ambiente invernal durante toda la jornada.

Atención a las carreteras

La posible aparición de nieve en cotas bajas y las heladas posteriores obligan a extremar la precaución en la red viaria, especialmente en carreteras secundarias, puertos de montaña y accesos a pueblos del interior. El hielo puede convertirse en un factor de riesgo incluso cuando la nieve desaparece, sobre todo a primera hora de la mañana.

Las autoridades recomiendan evitar desplazamientos innecesarios, informarse del estado de las carreteras antes de viajar y equipar los vehículos adecuadamente si se circula por zonas susceptibles de nieve o hielo.

Un fin de semana de pleno invierno

Tras un arranque de temporada relativamente benigno, el invierno enseña ahora su cara más seria en Asturias. Frío intenso, nieve a cotas bajas, viento y sensación térmica muy baja dibujan un escenario que exigirá prudencia y previsión.

El episodio marcará un antes y un después en el tiempo de este inicio de año y recuerda que, en el norte, el invierno no suele avisar dos veces cuando decide llegar de verdad.