Barbón reivindica una Asturias que avanza unida: más población, más empleo y derechos “sin dar un paso atrás”

Barbón reivindica una Asturias que avanza unida: más población, más empleo y derechos “sin dar un paso atrás”

El presidente del Principado lanza desde Colombres un mensaje de fin de año cargado de ambición política y emocional: defensa del bienestar, vivienda como derecho, gratuidad educativa total y eliminación del peaje del Huerna como objetivo irrenunciable

Desde un lugar cargado de memoria colectiva, el Museo de la Emigración de Colombres, el presidente del Principado, Adrián Barbón, ha pronunciado su mensaje de fin de año con una idea central muy clara: Asturias entra en 2026 con razones objetivas para la esperanza y con un rumbo político definido. No fue un discurso neutro ni protocolario. Fue una intervención pensada para cohesionar, marcar prioridades y reivindicar una forma concreta de entender la comunidad.

Barbón abrió su mensaje subrayando uno de los datos que más peso simbólico tiene para Asturias: el crecimiento demográfico. La comunidad comenzará el año con más habitantes que doce meses atrás, un hecho que calificó como “una de las mejores noticias posibles” para una tierra que lleva años luchando contra el declive poblacional. El presidente puso el foco en quienes llegan de fuera y contribuyen a revitalizar pueblos y ciudades, apelando a una acogida solidaria y sin concesiones a los discursos de odio.

Menos paro, más empleo y una economía que se reactiva

El presidente destacó también la mejora sostenida del mercado laboral. Asturias ha logrado bajar por primera vez en mucho tiempo de la barrera de las 50.000 personas desempleadas y se acerca a un hito histórico: superar las 400.000 personas ocupadas. Sin triunfalismos, Barbón reconoció que la angustia de quien busca trabajo no permite caer en la autocomplacencia, pero defendió que los datos confirman que la comunidad avanza en la buena dirección.

Ese crecimiento, añadió, se percibe en el renacer industrial, el dinamismo empresarial y el auge del turismo, sectores que vuelven a empujar la economía asturiana. En este punto, lanzó un mensaje directo a Europa, reclamando a la Comisión Europea decisiones urgentes para garantizar el futuro de la siderurgia, al tiempo que reivindicó el papel activo de Asturias en los foros comunitarios.

Bienestar, educación gratuita y servicios públicos como línea roja

Uno de los ejes centrales del discurso fue la defensa del estado del bienestar. Barbón fue tajante: no hay buenos datos económicos que valgan si se deterioran la sanidad y los servicios públicos. En este contexto, destacó que Asturias arranca enero con un presupuesto en vigor por octavo año consecutivo, una anomalía positiva en el panorama político español.

Las cuentas de 2026 permitirán reforzar la sanidad, mejorar la educación pública y avanzar en un hito sin precedentes: la gratuidad de todo el itinerario educativo, desde las escuelas infantiles hasta la universidad. A ello se suman más recursos para prevenir incendios forestales, apoyar al sector primario y proteger el patrimonio natural.

Vivienda como derecho y el Huerna como batalla política

El presidente dejó claro que en 2026 el derecho a la vivienda seguirá siendo una prioridad absoluta. “Un derecho, no un negocio”, recalcó, marcando un posicionamiento político sin ambigüedades.

En el capítulo de reivindicaciones, Barbón volvió a situar en el centro del debate la eliminación del peaje del Huerna, que definió como una “aspiración irrenunciable”. Recordó la amplia alianza social creada en Asturias en torno a este objetivo y aseguró que el desenlace solo puede ser uno: su supresión, “por respeto a la razón y la legalidad”.

Justicia para las víctimas y memoria para quienes están fuera

El discurso también tuvo espacio para el dolor. Barbón se comprometió públicamente a llegar hasta el final para que se haga justicia en relación con los accidentes mineros de Zarréu y Veiga de Rengos, una de las heridas más profundas del último año.

El cierre fue especialmente emotivo. Desde el Museo de la Emigración, el presidente se dirigió a la diáspora asturiana con un mensaje directo: “Asturias nunca os olvida”. Allí donde vivan o trabajen, dijo, allí está también su tierra, una Asturias que hoy vuelve a abrir las puertas al retorno.

Una Asturias que no quiere retroceder

Barbón concluyó definiendo el modelo de comunidad que defiende: una Asturias orgullosa de su cultura y de sus lenguas, comprometida con la igualdad, firme frente al machismo, democrática y decidida a no retroceder al miedo ni al pasado. Una Asturias que crece, emprende y quiere ganar el futuro sin dejar a nadie atrás.

Un mensaje de fin de año con carga política, identidad y emoción. Y, sobre todo, con una idea fuerza que lo atraviesa todo: 2026 no es un punto y aparte, es una apuesta por seguir avanzando juntos.

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