La cultura asturiana vuelve a cruzar el océano con fuerza. La localidad argentina de Mendoza se ha convertido estas Navidades en un pequeño epicentro de la tradición asturiana gracias al curso de extensión de la Escuela de Asturianía, que reúne a 56 estudiantes llegados de distintos puntos de Argentina, Chile y Asturias.
El curso, que se celebra en el Centro Asturiano de Mendoza, ofrece formación intensiva en tonada, baile tradicional, gaita, tambor y pandereta, y concluirá mañana tras varias jornadas de trabajo centradas en la transmisión rigurosa de la música y el folclore asturianos.
Una Asturias repartida por América
En esta edición participan integrantes de las colectividades asturianas de Mendoza, Santa Fe, Rosario, La Plata, Necochea, así como representantes de la colectividad de Chile, Valparaíso y del concejo asturiano de Cangas del Narcea, lo que refuerza el carácter internacional y transversal del encuentro.
El objetivo no es solo aprender, sino formar a futuros monitores y monitoras que puedan garantizar la continuidad de estas enseñanzas en los centros asturianos de origen, manteniendo vivas las tradiciones musicales y de baile entre las nuevas generaciones.
Continuidad tras la Escuela de Verano
Este curso da continuidad a la Escuela de Verano de Asturianía, celebrada el pasado mes de julio en Asturias, y forma parte de una estrategia más amplia de refuerzo de los lazos culturales con la emigración asturiana.
La cita de Mendoza es ya el cuarto curso de extensión organizado por la Dirección General de Emigración y Políticas de Retorno desde la recuperación de esta iniciativa en 2024. Anteriormente, se han celebrado encuentros similares en Alicante, Buenos Aires y Alcobendas, consolidando una red formativa estable entre Asturias y su diáspora.
“Garantizar el futuro de nuestra cultura”
La directora general de Emigración y Políticas de Retorno, Olaya Romano, ha subrayado la relevancia de estos cursos como herramienta de cohesión y transmisión cultural:
“La recuperación de los cursos de extensión de la Escuela de Asturianía es un compromiso que habíamos adquirido con los centros asturianos. La formación de monitores y monitoras de los grupos de baile y música tradicional es clave para garantizar la continuidad de nuestra cultura en el futuro”.
Romano ha destacado también el valor humano de estos encuentros, que refuerzan los vínculos emocionales y culturales de la población asturiana en el exterior y permiten que Asturias siga viva más allá de sus fronteras geográficas.
Tradición que no entiende de distancias
Desde Mendoza, estos días se canta, se baila y se toca como en casa. Tonadas, gaitas y panderetas vuelven a demostrar que la identidad asturiana no se diluye con los kilómetros, sino que se transforma, se comparte y se transmite de generación en generación.
Porque hay Asturias que no sale en los mapas… pero sí en la música, en el baile y en la memoria colectiva.
