Asturias estudia presentar una propuesta inédita en el panorama deportivo europeo: una candidatura conjunta de Oviedo y Gijón para albergar unos Juegos Europeos de deportes tradicionales, un evento centrado en disciplinas históricas vinculadas a la cultura popular de distintos territorios del continente.

Según ha podido saber Asturias Mundial, los contactos se encuentran en una fase preliminar, con reuniones discretas entre responsables municipales, técnicos deportivos y representantes del ámbito cultural. El horizonte temporal que se maneja sería 2032, coincidiendo con un ciclo de renovación de grandes eventos deportivos en Europa.

La iniciativa se plantea como un proyecto singular, identitario y de bajo impacto, alejado de los macroeventos convencionales y basado en el uso de instalaciones ya existentes, espacios urbanos abiertos y entornos naturales controlados.

Deportes con raíces europeas… y acento asturiano

El programa provisional incluiría deportes tradicionales presentes en distintos países europeos, con especial protagonismo de disciplinas vinculadas al patrimonio cultural de cada territorio.

En el caso de Asturias, la propuesta contempla pruebas como:

• Bolos asturianos, en sus distintas modalidades.

• El juego de la llave, uno de los símbolos del deporte tradicional del Principado.

• La rana, muy extendida históricamente en el norte peninsular.

Además, se barajan exhibiciones y competiciones culturales complementarias, como demostraciones de corta de tueros, planteadas como actividades de carácter patrimonial y divulgativo, no como prueba central de competición.

Una de las disciplinas que más consenso estaría generando entre las delegaciones participantes es la del escanciado de sidra, concebida como una competición cronometrada y reglada, con criterios técnicos unificados que permitirían su homologación a nivel europeo.

Dos ciudades, un solo proyecto

La candidatura se articularía sobre la complementariedad urbana de ambas ciudades.
Oviedo asumiría gran parte de las competiciones de interior, los actos institucionales y el programa académico vinculado al evento.
Gijón acogería pruebas al aire libre, actividades culturales paralelas y eventos de apertura y clausura ligados al litoral.

Desde el entorno institucional se valora positivamente una propuesta compartida que refuerce la imagen de Asturias como territorio cohesionado y capaz de impulsar proyectos conjuntos de proyección internacional.

Un requisito cultural que llama la atención

El borrador del proyecto incluye, no obstante, un elemento que ha despertado especial curiosidad entre las delegaciones interesadas. Antes de competir, todos los atletas internacionales deberán superar una prueba cultural obligatoria.

No será teórica ni deportiva. Será gastronómica.

La organización estudia que la acreditación definitiva solo se conceda a quienes sean capaces de terminar una ración completa de fabada asturiana, sin repetir y sin levantarse de la mesa, como gesto simbólico de respeto a la cultura del territorio anfitrión.

“Queremos que quien venga a competir entienda Asturias desde dentro”, resume una de las fuentes consultadas.

Las conversaciones continúan y la candidatura aún está lejos de oficializarse, pero si sale adelante, estos podrían ser los únicos Juegos europeos donde la tradición, la identidad… y el estómago jueguen en la misma competición.