Oviedo ya tiene instalado y listo para funcionar el sistema que controlará la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Son 450 dispositivos —cámaras, lectores de matrículas, radares y sensores— que empezarán a operar el próximo 1 de enero, cuando entren en vigor las restricciones a los vehículos más contaminantes. El Ayuntamiento ultima estos días los últimos remates: señalización específica, pintado de marcas viales y pruebas finales en puntos clave como la plaza de la Escandalera, donde se controlarán también las salidas del aparcamiento.
El despliegue tecnológico roza el 100% de ejecución tras un año de trabajos. Incluye lectores automáticos de matrículas, paneles informativos de mensajería variable, sensores de carga y descarga y de movilidad reducida, radares pedagógicos y de tráfico, semáforos con ajuste dinámico de tiempos, pasos de peatones inteligentes, sonómetros y una cabina medioambiental instalada en el parque del Campillín. Además, se han adaptado las dependencias del edificio de Seguridad Ciudadana de Rubín para asumir la nueva gestión del tráfico y las incidencias asociadas a la ZBE.
Dos anillos y un calendario claro
La regulación se articula en dos anillos.
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Anillo interior, que entra en vigor el 1 de enero y abarca el corazón urbano delimitado por las calles Adelantado de la Florida, Postigo Bajo, Postigo Alto, Padre Suárez, Marqués de Gastañaga, Campomanes, Santa Susana, Conde de Toreno, Uría, Doctor Casal, Covadonga, Alcalde García Conde y Víctor Chávarri.
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Anillo exterior, marcado por las rondas, cuyas limitaciones se extenderán hasta el 1 de enero de 2028.
Qué vehículos no pueden entrar (y quiénes sí)
La prohibición afecta a los vehículos con distintivo ambiental A: gasolina anteriores al año 2000 y diésel anteriores a 2006. No obstante, la ordenanza municipal contempla amplias excepciones para facilitar la movilidad cotidiana:
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Personas empadronadas en la zona.
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Personas con movilidad reducida.
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Vehículos de mercancías y profesionales, así como los de obras y talleres.
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Clientes de hoteles y propietarios de plazas de garaje.
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Servicios de emergencia.
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Acceso temporal (hasta 15 minutos) para quienes entren a un aparcamiento.
Algunos supuestos requerirán autorización específica por parte del Ayuntamiento para poder circular dentro de la ZBE.
Por el contrario, podrán circular sin límite —siempre que lleven la pegatina correspondiente— los vehículos con distintivo B, C, ECO y Cero Emisiones (eléctricos e hidrógeno).
Información y margen de adaptación
Para resolver dudas, el Consistorio ha habilitado una oficina de atención al ciudadano en calle Quintana, 8, además de un correo electrónico y un teléfono de consulta. El equipo de gobierno ha confirmado que durante los primeros meses habrá un periodo de adaptación, con el objetivo de que los conductores se familiaricen con la nueva normativa.
Según los datos municipales, las restricciones previstas solo afectan de forma directa al 9,8% de los coches, al 8,7% de las furgonetas y a apenas el 2,3% de las motos que circulan habitualmente por la capital asturiana.
Un cambio de modelo urbano
Con la activación de la ZBE, Oviedo se suma a la estrategia nacional de reducción de emisiones en los centros urbanos. El Ayuntamiento defiende que el objetivo es mejorar la calidad del aire, ordenar el tráfico y ganar espacio para el peatón, apoyándose en un sistema de control masivo que permitirá aplicar la norma con precisión quirúrgica.
A partir del 1 de enero, el centro de Oviedo entra en una nueva etapa: más vigilancia, menos emisiones y un mapa de accesos que conviene aprender bien antes de pisar el acelerador.
