La paradoja asturiana: más gasto en bares con menos renta

La paradoja asturiana: más gasto en bares con menos renta

El Principado se sitúa como la quinta región de España donde más se gasta en restauración, con 121 euros más por persona que la media nacional. Un fenómeno que se explica por una densidad de bares única y una cultura social donde la sidrería es el salón de casa, incluso cuando la inflación golpea más fuerte que en ningún otro lugar.

 

En Asturias, el sonido de un "culín" de sidra escanciado no es solo una tradición; es la banda sonora de la vida social. El bar, la sidrería o el restaurante no son un lujo ocasional, sino una extensión del hogar. Esta percepción, profundamente arraigada, tiene un reflejo directo y contundente en los bolsillos de sus ciudadanos. Los asturianos gastan en hostelería mucho más que el español medio, dibujando un mapa de consumo único en el país, marcado por la pasión gastronómica, pero también por una notable paradoja económica.

Este reportaje desglosa las cifras, el contexto y las claves de por qué la mesa y la barra pesan tanto en el presupuesto del Principado.

 

El desembolso: 1.286 euros por persona

 

El dato central, extraído del Anuario de la Hostelería de España 2024 (basado en datos de CaixaBankLab sobre 2023), es inequívoco:

  • Gasto medio por asturiano: 1.286 euros al año en bares y restaurantes.

  • Gasto medio por español: 1.165 euros al año.

La diferencia es notable: 121 euros más por persona en el Principado, un 10.4% por encima del promedio nacional. Este desembolso coloca a Asturias en el selecto "Top 5" de las comunidades autónomas más gastadoras en este sector, solo superada por regiones con una renta per cápita notablemente superior.

 

El ranking nacional del gasto en restauración (2023)

 

El Principado se codea con las locomotoras económicas y gastronómicas del país, superando a regiones con gran peso turístico y económico como Cataluña o Andalucía.

Posición Comunidad Autónoma Gasto medio por persona
País Vasco 1.503 €
La Rioja 1.406 €
Comunidad de Madrid 1.304 €
Navarra 1.303 €
Principado de Asturias 1.286 €
Comunidad Valenciana 1.281 €
... ... ...
  MEDIA NACIONAL 1.165 €
... ... ...
16ª Castilla y León 914 €
17ª Canarias 839 €

Este mapa del gasto revela una primera conclusión clara: el gasto asturiano no es un hecho aislado, sino una tendencia que los sitúa en la élite del consumo hostelero.

 

Análisis: La gran paradoja asturiana

 

El dato de gasto bruto es llamativo, pero se vuelve extraordinario al cruzarlo con los datos de renta. Aquí reside la verdadera "paradoja asturiana".

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre renta media, Asturias se sitúa ligeramente por debajo de la media nacional de ingresos. Mientras el País Vasco (1º en gasto) y Madrid (3º en gasto) lideran también los rankings de renta disponible, Asturias (5º en gasto) no lo hace.

Esto significa que el esfuerzo económico que realiza un asturiano para mantener su nivel de gasto en hostelería es, en términos relativos, significativamente mayor que el que realiza un madrileño o un vasco.

El gasto en restauración no se considera, por tanto, un consumo "discrecional" o superfluo, sino una partida casi esencial del presupuesto familiar, que se protege y se mantiene incluso por encima de otras.

 

¿Por qué? Las 3 claves del fenómeno

 

¿Qué explica esta aparente contradicción de gastar más ganando menos? La respuesta no está solo en la economía, sino en la sociología y la estructura misma de sus ciudades y pueblos.

 

1. La densidad de bares: un récord absoluto

 

Asturias compite por el título de la región con mayor densidad de bares por habitante de España (y, por extensión, del mundo). Las cifras de diversos estudios sitúan al Principado con tasas que superan los 5 establecimientos por cada 1.000 habitantes, muy por encima de la ya elevada media nacional (que ronda los 3.5 - 4).

En Asturias no hay que buscar un bar; se tropieza con uno. Esta capilaridad extrema hace que el consumo fuera del hogar sea la opción más sencilla, frecuente y accesible para cualquier tipo de socialización.

 

2. El factor cultural: la sidrería como eje social

 

En gran parte de España, se "queda para tomar algo". En Asturias, se "va a la sidrería". Este matiz es fundamental. La sidrería actúa como un centro social intergeneracional. Es el lugar donde se cierran negocios, se celebran reuniones familiares, se ven partidos de fútbol y se debate la actualidad.

El gasto no se limita a una cena de fin de semana; se reparte en un goteo constante: el café de media mañana, el vermú del domingo, el "culín" antes de cenar y la cena misma. La frecuencia de visita es la clave que dispara el gasto anual.

 

3. El doble filo: la inflación más dura del país

 

El elevado gasto asturiano también tiene una cara B: la inflación. Los asturianos no solo gastan más porque consumen más, sino porque les cuesta más caro hacerlo.

Durante 2023 y principios de 2024, el Principado de Asturias lideró de forma consistente el ranking de las comunidades donde más subieron los precios en la restauración. Según el INE, mientras la media nacional de inflación en "Restaurantes y hoteles" se moderaba, Asturias registró la subida interanual más alta de España, alcanzando el 4,7%.

Este incremento, superior al de cualquier otra región, obliga a un desembolso mayor para mantener exactamente el mismo nivel de consumo.

 

El perfil del consumidor: más allá de la sidra

 

Aunque la sidra es el emblema, el consumidor asturiano también muestra una sofisticación que impacta en el ticket final. Un dato sorprendente de los informes de consumo es que los asturianos son, de media, los españoles que más gastan en vino, superando a regiones productoras por excelencia.

Esto indica un gusto por el producto de calidad y una disposición a pagar por él, lo que eleva el ticket medio en cada visita al restaurante.

El gasto de 1.286 euros por asturiano en restauración es mucho más que una estadística. Es la cifra que define un modelo social. Refleja una decisión colectiva de priorizar la vida en común, la gastronomía y la socialización en la barra por encima de otros gastos.

Los asturianos han blindado su cultura hostelera, convirtiéndola en un pilar de su identidad. Es un "gasto esencial" que están dispuestos a defender, asumiendo para ello un esfuerzo económico superior al de cualquier otra región española y resistiendo la presión de ser la comunidad donde tomarse algo se ha vuelto, paradójicamente, más caro que en ningún otro sitio.

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