Leire Díez, la “fontanera” del PSOE: los audios que la delatan, el vídeo sexual que niega y la sombra de una operación sucia contra fiscales y jueces

Leire Díez, la “fontanera” del PSOE: los audios que la delatan, el vídeo sexual que niega y la sombra de una operación sucia contra fiscales y jueces

En las grabaciones, la mujer se presenta como “puesta por el PSOE” y “mano derecha” de Santos Cerdán para investigar a jueces, fiscales y periodistas. Paralelamente, varias redacciones aseguran que intentó ofrecerles un vídeo sexual del fiscal José Grinda. Ella lo niega. La Fiscalía investiga si tras esta trama hay coacciones, tráfico de influencias o un intento coordinado de manipular la Justicia.

 

“Yo soy la persona que ha puesto el PSOE”

El 7 de mayo de 2025, el fiscal Ignacio Stampa pulsó el botón de grabar. Al otro lado de la mesa, Leire Díez, exasesora y militante socialista, hablaba con una seguridad que rozaba la arrogancia.
—“Yo soy la persona que ha puesto el PSOE para mirar qué hay detrás de todo esto”, se le escucha decir.
Lo dice sin vacilar, con el tono de quien se siente protegida.

Los audios —más de tres horas de conversación— la muestran atribuéndose una misión secreta: investigar supuestas irregularidades en causas judiciales que afectaban al partido.
Cuando Stampa le pregunta si es la “mano derecha de Santos Cerdán”, actual secretario de Organización del PSOE, ella responde que sí.
—“Mi nombre no saldrá en ningún papel, pero todo pasa por mí”, llega a afirmar.

El relato es explosivo. En esos minutos, Leire Díez se autoproclama enviada de Ferraz para “limpiar” y “poner orden” en los juzgados, y menciona a jueces, fiscales, policías y periodistas como objetivos de su “mirada”.

La “fontanera” y su misión imposible

En los círculos de poder de Madrid se la empezó a conocer como “la fontanera”: una mujer que se movía entre despachos, fiscalías y redacciones presumiendo de conexiones políticas y acceso a información reservada.
Según las fuentes de la investigación, Díez frecuentaba entornos de periodistas, abogados y fiscales, siempre insinuando que “trabajaba para alguien importante”.

En los audios, adopta un tono de emisaria del poder: “Yo no trabajo para ningún chiringuito, trabajo para el partido”, afirma.
Ese “partido” —según sus palabras— era el PSOE, aunque Ferraz ha negado rotundamente haberle dado encargo alguno.

El otro frente: el vídeo sexual del fiscal Grinda

Mientras los audios empezaban a circular entre periodistas y fiscales, otra historia paralela empezó a tomar forma.
Varios periodistas han confirmado que Leire Díez se presentó en sus redacciones con un vídeo de contenido sexual en el que, supuestamente, aparece el fiscal José Grinda, conocido por su papel en grandes investigaciones sobre narcotráfico, corrupción y crimen organizado.

Según estos testimonios, Díez ofreció el vídeo como prueba de la “inmoralidad” del fiscal, con el objetivo —dicho por ella— de “mostrar quiénes son realmente los que van de intocables”.
Ningún medio aceptó difundirlo. Pero el mero intento de usarlo ha encendido todas las alarmas en la Fiscalía.

Fuentes judiciales lo resumen así:

“No se trata solo de un vídeo. Se trata de un posible intento de manipular la opinión pública, desacreditar a un fiscal y contaminar causas en marcha.”

Díez, por su parte, lo niega categóricamente. En televisión, aseguró que “nunca ofrecí ningún vídeo, eso es una invención” y que “todo esto es una cacería política contra mí”.

Una trama con olor a cloaca

La Fiscalía de Madrid investiga ya si detrás de todo esto hay una red de obtención y difusión de información sensible con fines políticos o personales.
Los posibles delitos en estudio son tráfico de influencias, revelación de secretos, obstrucción a la Justicia y cohecho.

Los investigadores analizan dos ejes principales:

  1. Los audios de Stampa, para determinar si Díez actuaba por cuenta propia o en nombre de algún grupo político.

  2. La ruta del vídeo sexual, su origen, y si se usó o se intentó usar como arma de difamación.

Por ahora, no existe prueba documental de que el PSOE diera encargo alguno a Leire Díez. Pero el tono de los audios, su forma de expresarse y los contactos que mantenía han levantado sospechas de que no actuaba sola ni improvisaba.

El fiscal Grinda, en el centro del fuego cruzado

El fiscal José Grinda es una figura incómoda para muchos. Ha investigado tramas de corrupción, mafias rusas y operaciones financieras internacionales.
Su trabajo ha incomodado tanto a políticos como a empresarios. Por eso, para los investigadores, el intento de desacreditarlo con un vídeo íntimo encaja con un patrón de guerra sucia.

No hay arma más eficaz que el descrédito personal”, explica un alto cargo judicial. “Si consigues que la opinión pública deje de creer en un fiscal, da igual lo que diga después: su palabra queda envenenada.

Ese parece haber sido, en opinión de varias fuentes, el objetivo último de quienes movían las piezas de esta historia.

Ferraz se desmarca, pero el daño está hecho

Desde la dirección del PSOE, las reacciones fueron inmediatas. Santos Cerdán calificó de “falsa y delirante” la versión de Leire Díez y aseguró que no tiene ni ha tenido relación con ella.
El partido, en un comunicado, expresó su “confianza total en la justicia” y su “repulsa ante cualquier intento de desprestigiar instituciones o servidores públicos”.

Sin embargo, el impacto político es indiscutible.
Las imágenes de la autoproclamada “fontanera del PSOE” presumiendo de encargo, junto a las revelaciones sobre el vídeo de Grinda, han devuelto a la actualidad la palabra que ningún gobierno quiere escuchar: cloacas.

Un caso que recuerda los peores capítulos de la historia reciente

El caso Leire Díez tiene todos los ingredientes de una historia peligrosa: política, poder, espionaje, periodismo y sexo.
Los audios existen. Los intentos de manipulación informativa también.
Lo que falta por determinar es si detrás hubo un plan orquestado o una megalomanía individual.

Pero incluso si se tratara solo de una “fantasía de poder”, como algunos apuntan, el daño ya está hecho.
Porque la grabadora de Stampa ha revelado cómo se jactaba alguien de poder moverse entre fiscales, jueces y periodistas con total impunidad.
Y eso, en democracia, es más inquietante que cualquier vídeo.

Lo que sabemos (y lo que falta por saber)

Confirmado:

  • Los audios de Stampa existen y han sido verificados.

  • Díez se presenta como enviada del PSOE y mano derecha de Santos Cerdán.

  • Varios periodistas confirman que intentó entregarles un vídeo sexual del fiscal Grinda.

  • La Fiscalía investiga los hechos y no descarta imputaciones.

Por aclarar:

  • Si hubo encargo real de algún dirigente socialista.

  • El origen y autenticidad del vídeo íntimo.

  • Si existió una red coordinada de filtraciones y chantajes.

Una bomba política y moral

El caso Leire Díez es más que un escándalo puntual: es un síntoma.
Revela hasta qué punto algunos actores están dispuestos a usar el fango como herramienta política, a invadir la intimidad para ganar una batalla pública, o a inventarse un cargo para conseguir poder.

La Justicia tiene ahora la última palabra. Pero el daño a la confianza en las instituciones ya está hecho.
Y en la grabadora del fiscal Stampa quedó algo más que una voz: quedó el sonido de un país que vuelve a mirar a sus cloacas con miedo.

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