La jueza aprecia indicios suficientes de homicidio y riesgo de fuga, mientras el caso desata conmoción vecinal y una investigación aún abierta sobre lo ocurrido en la terraza de un bar de Barredos
El joven de 25 años acusado de causar la muerte de Cristino Prendes, conocido en Laviana como “Lupo”, se encuentra desde este martes en prisión provisional, comunicada y sin fianza, por orden del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Laviana. La decisión judicial, adoptada de acuerdo con la Fiscalía del Principado, se apoya en la existencia de indicios suficientes de un delito de homicidio, así como en la gravedad de la pena que podría imponérsele y en la falta de domicilio conocido, que incrementa el riesgo de fuga.
El detenido, apodado “el portugués”, fue trasladado a última hora de la tarde al Centro Penitenciario de Asturias (Villabona), tras permanecer más de tres horas en sede judicial y prestar declaración con la asistencia de un intérprete. El auto de prisión llega apenas cuatro días después de la agresión que conmocionó a todo el valle del Nalón y que terminó con la muerte de Prendes, de 65 años, muy conocido en la zona.
Una pelea que acabó en tragedia
La investigación sitúa el origen de los hechos en la tarde del viernes, cuando ambos hombres coincidieron en la terraza de un bar en Barredos, parroquia del concejo de Laviana. Lo que en un principio fue una discusión entre ambos derivó en una agresión violenta que obligó a intervenir a varios vecinos y clientes del establecimiento.
Cristino Prendes, según el atestado inicial, logró regresar a su domicilio por su propio pie, pero al día siguiente falleció como consecuencia de las lesiones sufridas. La autopsia practicada por el Instituto de Medicina Legal de Asturias ha confirmado que la muerte fue violenta y compatible con una paliza, descartando otras causas naturales o sobrevenidas.
La Guardia Civil, que había detenido al joven inicialmente por un presunto delito de lesiones, elevó después la imputación a homicidio, tras conocerse el resultado de la autopsia.
El relato de la defensa y la versión de los testigos
El acusado sostiene que actuó en defensa propia, alegando que fue la víctima quien inició la disputa y trató de agredirle con una botella rota. Sin embargo, el informe de los investigadores y varios testimonios recabados en el lugar apuntan a una secuencia distinta: el joven habría continuado la agresión cuando Prendes ya se encontraba en el suelo, llegando incluso a emplear un palo.
Las declaraciones recogidas por la Guardia Civil —algunas de ellas contradictorias— serán ahora fundamentales para determinar la veracidad de una u otra versión. La instrucción judicial se centrará en los próximos días en reconstruir con precisión la secuencia de los hechos, cotejando las pruebas forenses con las declaraciones de testigos y vecinos.
Un pueblo en shock y una investigación bajo presión
Desde el mismo momento de la detención, Barredos vive un clima de tensión e indignación. El pasado martes, a la llegada del detenido a los juzgados, varios vecinos se concentraron frente al edificio coreando gritos de “asesino”, mientras agentes de la Guardia Civil desplegaban un amplio dispositivo de seguridad para evitar incidentes.
La conmoción en la zona es profunda. Cristino Prendes, conocido por su carácter afable y su implicación en la vida social del pueblo, era una persona muy apreciada. La asociación de vecinos de Barredos ha convocado para este miércoles una concentración en la plaza de la iglesia “en repulsa por los hechos” y para reclamar “mayor seguridad en el pueblo”.
El suceso ha reabierto además el debate sobre la percepción de inseguridad en las zonas rurales asturianas, donde los vecinos piden una mayor presencia de patrullas y refuerzo de efectivos en determinados núcleos.
La jueza y la Fiscalía coinciden en los indicios
El auto de prisión provisional, dictado por la titular del juzgado de Laviana, se basa en tres pilares:
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La existencia de indicios fundados de la comisión del delito de homicidio.
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El riesgo de fuga, dado que el acusado carece de domicilio fijo en Asturias.
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La gravedad de la pena, que podría superar los diez años de prisión.
La Fiscalía del Principado ha señalado que la medida es necesaria para garantizar el desarrollo de la investigación y evitar la posible alteración de pruebas o testigos. Por su parte, la defensa ha anunciado que recurrirá el auto, al entender que los hechos no son constitutivos de homicidio, sino de lesiones con resultado de muerte.
Claves del caso: lo que se sabe y lo que falta por esclarecer
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Fecha del suceso: viernes, 24 de octubre, por la tarde.
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Lugar: terraza de un bar en Barredos (Laviana).
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Víctima: Cristino Prendes, “Lupo”, 65 años.
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Detenido: joven de 25 años, apodado “el portugués”, residente en Asturias desde hace unos meses.
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Causa de la muerte: lesiones traumáticas compatibles con una agresión física.
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Situación judicial: prisión provisional comunicada y sin fianza.
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Investigación: en curso por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil.
Faltan por esclarecer las circunstancias exactas del enfrentamiento, el posible uso de objetos contundentes y el grado de participación del acusado en los hechos. El resultado de las pruebas forenses y declaraciones judiciales será determinante para la calificación final del delito.
Qué implica la prisión provisional
La prisión provisional es una medida excepcional, aplicable solo cuando existen indicios sólidos de un delito grave y riesgos procesales (fuga, destrucción de pruebas o reiteración delictiva). En este caso, la jueza y la Fiscalía han considerado que se cumplen esos requisitos.
El periodo máximo inicial es de dos años, prorrogable en función de la evolución de la instrucción. Durante ese tiempo, el acusado permanece en prisión mientras avanza la investigación y hasta que el juzgado determine si procede la apertura de juicio oral.
Un caso que golpea el corazón del valle del Nalón
El fallecimiento de “Lupo” Prendes ha provocado una oleada de consternación en Laviana y en todo el valle del Nalón, una comarca marcada por su identidad obrera y su sentimiento de comunidad. En los bares y plazas del concejo, el tema es ya conversación inevitable.
El recuerdo de Cristino Prendes —descrito por vecinos como una persona cercana y respetuosa— se mezcla con la preocupación por la deriva de los acontecimientos y el deseo de que la justicia esclarezca pronto los hechos.
Mientras tanto, el joven permanece en Villabona, a la espera de las próximas diligencias judiciales que marcarán el rumbo de uno de los casos más impactantes de los últimos años en el centro de Asturias.
