Duro Felguera acelera su ‘operación supervivencia’: ya tiene encarriladas 429 salidas y prepara una empresa de 500 empleados

Duro Felguera acelera su ‘operación supervivencia’: ya tiene encarriladas 429 salidas y prepara una empresa de 500 empleados

El plan de reestructuración pactado con acreedores y a la espera del juez reduce la plantilla a la mitad mediante un ERE de 180 despidos, la cesión a Serveo de diez contratos con subrogación de unos 200 trabajadores y salidas en el exterior. La compañía vende la sede por 13,6 millones, traspasa El Tallerón a Indra y saca del perímetro FTI para ganar oxígeno.

 

Duro Felguera ha apretado el acelerador de su plan para evitar el concurso y renacer como una ingeniería más ligera, enfocada y con menos riesgo. El consejo aprobó un plan de reestructuración que ya circula entre acreedores y que será sometido a homologación judicial en Gijón. La hoja de ruta es clara: reducir la plantilla a alrededor de 500 empleados, la mitad de su capacidad actual; vender activos no estratégicos; podar filiales con pérdidas o sin encaje; y asegurar financiación de corto plazo que permita sostener la actividad mientras regresa el negocio rentable.

De los 1.000 a los 500: cómo se llega a la cifra

La empresa tiene encauzadas 429 salidas por tres vías:

  • ERE acordado para 180 empleados en sociedades del grupo en España.

  • Cesión de diez contratos de Operación y Mantenimiento a Serveo, con la subrogación de unos 200 trabajadores.

  • Salidas en delegaciones exteriores por finalización o resolución de contratos y cierres operativos.

Con estas medidas, Duro Felguera cubre la mayor parte del recorte que exige su nueva escala. El objetivo no es solo reducir plantilla, sino adecuar la estructura a un modelo de adjudicaciones de menor tamaño (50–60 millones por contrato), diversificado y con menos exposición a riesgos país y sobrecostes.

Desinversiones quirúrgicas: sede, Tallerón y FTI

Para apuntalar caja y simplificar el grupo, la compañía ha cerrado o acelerado varias operaciones:

  • Venta de la sede social por 13,6 millones de euros, que se enmarca en el plan de desinversiones y conlleva el traslado operativo a La Felguera.

  • Traspaso de la planta de calderería pesada El Tallerón (Gijón) a Indra, con la subrogación de 156 trabajadores, y reconversión del espacio en polo industrial para vehículos militares.

  • Salida de Felguera Tecnologías de la Información (FTI) del perímetro mediante una combinación de venta parcial y condonación de deuda, garantizando su continuidad fuera del grupo.

Además, Duro Felguera ha liquidado o puesto en liquidación varias filiales no esenciales, dentro de una poda societaria que persigue concentrar la gestión en negocios rentables y escalables.

La ecuación financiera: menos deuda, más foco… y 10 millones de Prodi

La inyección de 10 millones de euros por parte de Grupo Prodi, accionista de referencia, funciona como puente de liquidez en un contexto de tensiones por la deuda y de litigios heredados. En paralelo, el plan contempla reestructurar pasivo, ajustar calendarios y vender activos para mantener la actividad sin asfixia financiera hasta que maduren los contratos de ingeniería y servicios.

La gran sombra argelina y la lección aprendida

La disputa en Argelia —un contencioso que ha llegado a superar los 400 millones por la paralización de una central— es el recordatorio de los riesgos que la compañía quiere dejar atrás: proyectos gigantes, geografías complejas y alta exposición a claims. El nuevo DF pretende operar con disciplina de riesgos: más selectividad, más control y proyectos concurrentes de tamaño medio.

¿De qué va a vivir Duro Felguera?

El plan dibuja dos motores:

  1. EPC “llave en mano” en segmentos donde DF conserva reputación técnica (energía, procesos industriales, oil&gas de bajo riesgo, agua y almacenamiento), con un pipeline objetivo de 250–300 millones anuales a partir de 2027 y una cartera diversificada de entre 15 y 20 proyectos simultáneos.

  2. Servicios a la industria (operación y mantenimiento, paradas, revamping, inspección), con 70+ millones anuales objetivo y 20–30 contratos en paralelo.

En este tablero destaca Escolín II (Pemex, Veracruz), un macroproyecto de fertilizantes en el que DF aspira a ejecutar una porción relevante del EPC durante 2026–2027; y las oportunidades en hidrógeno (Galicia) dentro de una transición industrial que exige proveedores con know-how mecánico, eléctrico y de control.

Empleo y territorio: impacto en Asturias… y oportunidad de segunda vida

El ajuste laboral duele, y la compañía lo sabe. El ERE llega tras años de precariedad de carga de trabajo, litigios y una montaña rusa financiera. La subrogación a Serveo y a Indra reduce el impacto social directo en Asturias al recolocar a parte de la plantilla en actividades con continuidad, pero deja a la región frente a un reto: acompañar la reconversión de una centenaria ingeniería para que su talento no se disperse y el tejido auxiliar encuentre demanda en los nuevos programas industriales (defensa terrestre, renovables, mantenimiento avanzado, digitalización de activos).

Lo que viene ahora

  • Votación e implementación del plan tras la homologación judicial.

  • Cierre logístico de las desinversiones (sede, contratos cedidos, filiales).

  • Rearme comercial: foco en contratos de tamaño medio, menos países y mayor control de riesgos.

  • Financiación puente y disciplina de caja hasta estabilizar ingresos.

Duro Felguera se juega estas semanas algo más que la continuidad: pretende mutar de gigante exhausto a ingeniería especialista. Si el plan cuaja, habrá menos músculo, sí, pero más agilidad. Si falla, la alternativa vuelve a ser la que nadie quiere pronunciar en Asturias.

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