Muere Guillermo Fernández Vara, el presidente que hizo de la serenidad su forma de hacer política

Muere Guillermo Fernández Vara, el presidente que hizo de la serenidad su forma de hacer política

Figura clave del socialismo extremeño y nacional, fallece a los 66 años en Badajoz víctima de un cáncer de estómago. Fue forense, profesor, presidente de la Junta durante doce años y vicepresidente del Senado. Su legado: moderación, honestidad y defensa del servicio público.

 

El político extremeño Guillermo Fernández Vara ha fallecido este domingo en el Hospital Universitario de Badajoz, a los 66 años, víctima de un cáncer de estómago diagnosticado en 2023.
Mañana, 6 de octubre, hubiera cumplido 67 años.
Su muerte pone fin a una trayectoria pública de tres décadas en las que ejerció como médico forense, consejero, presidente autonómico y senador, dejando una huella profunda en la política española por su talante moderado y su sentido ético del servicio público.

Casado con María Luisa Martínez y padre de dos hijos, Guillermo y Teresa, Fernández Vara nació en Olivenza (Badajoz) en 1958, en una familia de juristas. Su padre fue magistrado, pero él eligió otro camino: estudió Medicina en la Universidad de Córdoba, se especializó en Medicina Legal y Forense y ejerció en los juzgados antes de que la política se cruzara en su vida.

De la ciencia forense a la política del bienestar

A mediados de los noventa, Fernández Vara se incorporó al equipo del entonces presidente Juan Carlos Rodríguez Ibarra, con quien comenzó su carrera política dentro del PSOE.
Primero como director general de Salud Pública y Consumo, luego como consejero de Bienestar Social y, más tarde, como consejero de Sanidad, desempeñó un papel esencial en el traspaso de competencias del Insalud al nuevo Servicio Extremeño de Salud (SES), uno de los hitos administrativos más complejos y decisivos de la autonomía extremeña.

Su estilo ya era reconocible entonces: prudente, técnico, dialogante y profundamente humano. No buscaba titulares, sino resultados. En su despacho de la Consejería, solía repetir a sus colaboradores una frase que hoy muchos recuerdan:

“La política no consiste en ganar debates, sino en resolver problemas”.

Doce años al frente de la Junta de Extremadura

En 2007, tras la retirada de Ibarra, asumió el liderazgo socialista y fue investido presidente de la Junta de Extremadura, convirtiéndose en el segundo mandatario de la región en su etapa autonómica.
Gobernó entre 2007 y 2011, y después de un paréntesis en la oposición regresó al poder en 2015, revalidando su mandato en 2019.
En total, doce años al frente del Ejecutivo extremeño, marcados por una gestión sobria, la defensa de la sanidad pública y el impulso de una industrialización verde que creía clave para modernizar la economía regional.

Su segundo ciclo de gobierno coincidió con una época compleja: la crisis financiera, el desempleo estructural y, más tarde, la pandemia de la COVID-19. En todos esos contextos, Vara mantuvo su perfil característico: cercanía personal, voz calmada y sentido institucional.
Fue —como reconocen incluso sus adversarios— un político de talante conciliador y transparente. Nunca cultivó la crispación ni la confrontación.

El médico que nunca dejó de enseñar

Cuando dejó la presidencia en 2023, tras ganar las elecciones sin mayoría suficiente para gobernar, volvió a su otra pasión: la docencia universitaria. Retomó las clases de Medicina Legal y Forense en la Universidad de Extremadura, donde impartió asignaturas a estudiantes de los dos últimos cursos.
“Me hace sentir útil de una manera distinta, pero igual de gratificante”, decía. Tenía previsto continuar este mismo curso académico.

A pesar de la enfermedad, diagnosticada en 2023, nunca se apartó del todo de la vida pública. Participó en el XIV Congreso Provincial del PSOE de Badajoz en mayo de este año, donde pronunció unas palabras que hoy resuenan como un testamento político:

“Yo quiero seguir viviendo, pero lo quiero hacer por los míos, por vosotros y por tanta gente que nos necesita. Por eso merece la pena vivir, merece la pena luchar”.

Un socialista de raíz moderada

Fernández Vara representó el socialismo de gestión, alejado del dogmatismo y la estridencia. En su ideario cabían el equilibrio presupuestario y la igualdad de oportunidades, el regionalismo templado y la visión federal de España.
Su cercanía con los ciudadanos —visitaba hospitales, centros rurales y asociaciones sin protocolo— lo convirtió en uno de los líderes más queridos y respetados de Extremadura.

Defendió la educación y la sanidad como los dos pilares del progreso. En los últimos años impulsó iniciativas para atraer inversión verde y tecnológica a la región: baterías, hidrógeno y energías renovables, convencido de que “la reindustrialización será la segunda oportunidad de Extremadura”.

Desde 2023 ocupaba el cargo de vicepresidente segundo del Senado y formaba parte de la Ejecutiva Federal del PSOE como responsable de Política Autonómica, manteniendo así su influencia dentro del partido.

Últimos días y despedida

El pasado 13 de septiembre asistió a la boda de su hijo Guillermo en Mérida, visiblemente debilitado pero sonriente. Dos semanas después, el 27 de septiembre, fue ingresado por una infección en el Hospital Universitario de Badajoz, donde ha fallecido esta mañana.

Su pérdida ha generado una conmoción unánime. Desde el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hasta su sucesor en Extremadura, María Guardiola, pasando por dirigentes de todas las formaciones, han coincidido en destacar su honestidad, su sentido de Estado y su ejemplo de dignidad frente a la enfermedad.
Las banderas ondean a media asta en la sede de la Junta y en los principales ayuntamientos extremeños.

Legado de un hombre de Estado

El suyo fue un estilo político en vías de extinción: tranquilo, reflexivo, pragmático y sin odio.
Creyó que la política debía ser “una medicina para los problemas del pueblo”, y actuó en consecuencia. En una época dominada por la velocidad, Vara representó la pausa, el rigor y la decencia.

Su muerte deja huérfana a una parte importante del socialismo español que veía en él un referente moral. Pero también deja una herencia institucional: una Extremadura más cohesionada, con servicios públicos más sólidos y una administración más moderna.

Epílogo: el último gesto de un médico

Hasta el final, Fernández Vara mantuvo la serenidad que le caracterizaba. En su última aparición pública, aludió a la vida con palabras de médico y de hombre de fe laica:

“La vida es un diagnóstico continuo. Hay que aprender a convivir con lo que te toca y a no perder nunca la humanidad”.

El médico, el profesor, el político y el hombre se confunden en una misma figura: la de un servidor público que nunca se sintió superior a nadie.

Cronología esencial

  • 1958 – Nace en Olivenza (Badajoz)

  • 1986 – Ingresa en el Cuerpo Nacional de Médicos Forenses

  • 1996–2007 – Consejero de Bienestar Social y Sanidad con Rodríguez Ibarra

  • 2007–2011 – Presidente de la Junta de Extremadura

  • 2011–2015 – Líder de la oposición

  • 2015–2023 – Presidente de la Junta por segunda vez

  • 2023–2025 – Vicepresidente segundo del Senado

  • 5 de octubre de 2025 – Fallece en Badajoz

Palabras que resumen una vida

“El agradecimiento es la única virtud que no pierde valor con los años.”
— Guillermo Fernández Vara

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