El Gremio de Artesanos Confiteros de Asturias, a través de la escuela ITEPPA, se alza con el triunfo en la primera edición del Concurso de Pintxo Dulce en Miniatura del Miniature Pintxos Congress
El sabor del otoño asturiano ha conquistado este martes al jurado del I Concurso de Pintxo Dulce en Miniatura celebrado en Vitoria dentro del Miniature Pintxos Congress. El premio ha viajado directamente al Principado gracias a “Seronda”, la creación del equipo formado por Alberto Díaz, director del ITEPPA (Instituto Técnico de la Pastelería y Panadería Asturiana), y su alumna Teresa Rovira.
Un nombre cargado de simbolismo —seronda significa otoño en asturiano— para un bocado que encapsula los sabores más reconocibles de la región: avellana, sidra de hielo, manzana y miel. Ingredientes humildes y a la vez sublimes, convertidos en alta pastelería para contar, en apenas dos bocados, la esencia del Principado.
Una joya en miniatura que emula una avellana
El pintxo premiado se presenta con una base de sable bretón sobre la que descansa una crema de avellanas tostada. En el interior, un babá empapado en sidra de hielo Cortina, que esconde una manzana asada con Miel IGP asturiana. Para coronarlo, una ganache montada de avellana y dos pieles de fruto tostadas, que dan volumen y potencian el sabor. El resultado: un dulce que parece una avellana, pero que concentra todo un relato gastronómico.
El jurado no dudó en reconocer que esta pequeña pieza cumplía con creces todos los requisitos: poder comerse con las manos en uno o dos bocados, utilizar productos autóctonos y tener un hilo conductor claro. Por supuesto, debía estar rico. Y lo estaba.
Orgullo asturiano en la cumbre dulce
“Nos hace mucha ilusión, porque no contábamos con ello”, confesaba emocionado Alberto Díaz tras recoger el galardón. “Queríamos hacer algo que estuviera bien y, sobre todo, que representara a Asturias y sus maravillosos productos. Hablar de Asturias es hablar de manzana, avellana, sidra y miel”.
El reconocimiento supone un espaldarazo no solo a la creatividad de los participantes, sino también a la labor que el Gremio de Artesanos Confiteros de Asturias y el propio ITEPPA desarrollan día a día formando a los futuros profesionales de la pastelería. “Este tipo de premios nos da visibilidad y pone en valor el esfuerzo de todo un sector que trabaja por mantener viva la tradición y al mismo tiempo innovar”, añadía Díaz.
Asturias, sabor que traspasa fronteras
El triunfo en Vitoria confirma que la confitería asturiana tiene mucho que decir en los foros gastronómicos nacionales. Con Seronda, Asturias no solo se llevó el primer premio, sino que también dejó claro que su identidad se expresa igual de bien en una sidra espumosa que en un pintxo dulce en miniatura.