La agencia eleva la calificación del Principado a A3 gracias a su solidez financiera, su bajo nivel de deuda y una gestión fiscal ejemplar. Asturias se mantiene como la tercera autonomía menos endeudada del régimen común.
Asturias vuelve a destacar en el mapa financiero nacional. La agencia internacional de calificación crediticia Moody’s ha elevado la nota del Principado de Baa1 (positiva) a A3, un movimiento que refuerza la imagen de solvencia de la comunidad y consolida su trayectoria de estabilidad en la gestión pública.
La decisión de la firma responde a varios factores clave: una gestión presupuestaria rigurosa, un endeudamiento muy por debajo de la media española y una fuerte liquidez, que sitúan al Principado en una posición privilegiada frente a otras autonomías.
Una calificación ligada al Estado, pero con méritos propios
Aunque Moody’s reconoce que Asturias ya acumulaba argumentos para alcanzar este nivel por sí misma, la normativa de la agencia impide a las comunidades autónomas tener una nota superior a la del Estado. Por ello, la mejora se ha hecho efectiva ahora, coincidiendo con la subida de la calificación de España, lo que ha permitido desbloquear el ascenso asturiano.
Entre las autonomías menos endeudadas
El dato más revelador llega con la deuda. Asturias cerró 2024 con un endeudamiento equivalente al 13,5% de su PIB, muy por debajo de la media nacional (21,1%). Esta diferencia de 7,6 puntos convierte al Principado en la tercera autonomía del régimen común con menor carga de deuda, solo superada por Canarias (11,4%) y Madrid (12%).
Implicaciones para el futuro
La nueva calificación A3 no es solo un sello de confianza internacional. También se traduce en mejores condiciones de financiación en los mercados, lo que permitirá al Principado mantener inversiones estratégicas en servicios públicos sin tensionar sus cuentas. Además, Moody’s anticipa que la tendencia positiva se prolongará en los próximos ejercicios, siempre que continúe la disciplina presupuestaria que ha caracterizado al Gobierno regional.
Con este movimiento, Asturias se sitúa como un ejemplo de gestión prudente y eficaz en un contexto económico marcado por la incertidumbre global, reforzando su imagen no solo ante los mercados, sino también ante la ciudadanía.