La liberalización contempla hasta 24 nuevos servicios diarios entre Madrid y Asturias/Cantabria. Podría suponer más trenes, precios más bajos y una nueva etapa en la movilidad asturiana, aunque no se prevé competencia real antes de 2028.
Adif y Adif Alta Velocidad han lanzado la segunda fase de la liberalización del transporte ferroviario en España. Entre los corredores seleccionados está el que une Madrid con Asturias y Cantabria, con hasta 24 surcos diarios que podrían ser operados por nuevas compañías distintas de Renfe. El anuncio supone un paso decisivo: por primera vez, el Principado entra de lleno en los planes de competencia de la alta velocidad.
La propuesta, incluida en la modificación de la Declaración sobre la Red 2026, está ahora en consulta de las operadoras y bajo supervisión de la CNMC. El proceso se alargará hasta finales de 2027, cuando se firmarán los acuerdos marco definitivos.
Qué cambia para los asturianos
Si se materializa, la liberalización podría transformar la movilidad en la región:
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Más frecuencias y rutas: hasta 24 trenes diarios adicionales en el eje Madrid-Asturias/Cantabria.
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Precios más competitivos: la experiencia en otros corredores demuestra que la competencia presiona a la baja las tarifas.
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Más flexibilidad horaria: los operadores privados podrían diseñar servicios adaptados a la demanda (mañana temprano, regreso nocturno, etc.).
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Un acceso directo a la red liberalizada: Asturias pasaría a compartir escaparate con corredores de máxima demanda como Madrid-Barcelona o Madrid-Valencia.
Los límites de la red asturiana
El anuncio, sin embargo, se enfrenta a realidades técnicas. Aunque la Variante de Pajares está en servicio desde 2023, la línea León-Asturias funciona aún como infraestructura de “altas prestaciones” más que de AVE puro. La mezcla de anchos y las velocidades intermedias limitan por ahora el potencial de competir en igualdad de condiciones con corredores plenamente de alta velocidad.
Fuentes del sector subrayan que, en la práctica, no habrá competencia efectiva en Asturias hasta 2028, lo que da margen a Renfe para mantener su dominio inicial.
Oportunidad histórica
Con la liberalización, Asturias dejará de estar en el margen ferroviario y pasará al tablero central de la alta velocidad. El reto será que esta apertura no quede solo en papel y que los nuevos operadores encuentren atractivo un corredor complejo pero con gran potencial de demanda.
Para los viajeros, la promesa es clara: más trenes, más opciones y mejores precios. Para las instituciones, la obligación es garantizar que la nueva etapa ferroviaria no deje atrás al territorio y que Asturias aproveche la oportunidad de ser parte de la gran red de competencia del tren en España.