Empezar un nuevo curso académico siempre es un reto, y más aún cuando se trata de compaginar los estudios con la vida laboral. Esto ocurre, porque la FP ha ganado terreno en los últimos años como una opción flexible, práctica y con gran empleabilidad.
Sin embargo, muchos estudiantes se enfrentan a la misma pregunta todos los años: ¿cómo puedo organizarme para trabajar sin descuidar mis estudios?
Una de las claves es informarse bien sobre los cursos de formación profesional, sus modalidades y las diferentes opciones que permiten adaptar los estudios a la situación personal de cada alumno.
Con la planificación adecuada, es posible avanzar en la carrera profesional sin dejar de adquirir nuevas competencias.
Si quieres saber cómo organizarte para trabajar y estudiar al mismo tiempo, sigue leyendo, que a lo largo de este post te contamos las claves para lograrlo.
Consejos para estudiar una FP y trabajar al mismo tiempo
Si estás intentando compaginar ambas tareas y no tienes claro si podrás con todo, a continuación, aprovechamos para dejarte algunos consejos. ¡Toma nota!
Planifica tu día a día
Planificar bien tu tiempo es la clave para no sentirte desbordado. Haz un horario donde incluyas tus clases, las horas de trabajo y también tus ratos para estudiar y descansar.
Para ello puedes hacer uso de una agenda, o un calendario digital para no solapar clases, turnos de trabajo y tiempo de descanso.
Empieza siempre por las tareas más importantes y ponte objetivos realistas. Así evitarás el estrés y dejar todo para el último momento.
Habla con tu centro y con tu empresa
Si vas a compaginar la FP con un empleo, lo mejor es avisar desde el principio tanto al centro educativo como a la empresa.
No se trata de pedir favores, sino de buscar acuerdos que te ayuden a llevar bien ambas responsabilidades. Por ejemplo, contar con un poco más de flexibilidad horaria, una reducción de jornada o cierta tolerancia en los plazos de entrega.
No obstante, uno de los grandes atractivos de la FP es la diversidad de horarios. En muchos centros educativos se ofrecen horarios de mañana, tarde o incluso de noche, lo que abre la posibilidad de encajar las clases en función del tipo de trabajo que se desempeñe.
Además, cada vez más comunidades autónomas impulsan la FP semipresencial y online, lo que permite seguir el temario a distancia y presentarse de manera puntual a las sesiones prácticas o exámenes.
Aprovecha el tiempo libre
El tiempo libre puede convertirse en tu mejor aliado si lo gestionas bien. Aprovecha los ratos entre clases o los trayectos en transporte público para repasar apuntes, leer o adelantar tareas.
Eso sí, también es fundamental desconectar. Intenta reservar al menos un día a la semana para desconectar de todo y hacer lo que te apetezca. Esto te ayudará a despejar la mente y recargar energías.
Cuida de tu salud y de tu bienestar
Rendir bien en el trabajo y en los estudios depende también de tu salud. Duerme al menos siete horas, mantén una dieta equilibrada y practica algo de ejercicio con regularidad.
Si tu agenda lo permite, dedica unos minutos a técnicas de relajación como el yoga o la meditación. Te ayudarán a controlar el estrés y a mantener un buen equilibrio físico y mental.
¿Puedo convalidar mi trabajo con mis estudios?
Sí. Otro de los recursos que facilitan la compatibilidad entre trabajo y formación son las convalidaciones. Estas pueden solicitarse en los siguientes casos:
Experiencia laboral acreditada
Quienes ya han trabajado en un sector relacionado con el ciclo formativo pueden validar módulos específicos, evitando así tener que repetir contenidos que ya dominan.
Estudios previos
Los alumnos que han superado otras enseñanzas oficiales, como Bachillerato, otros ciclos de FP o incluso asignaturas universitarias, pueden solicitar la convalidación de materias comunes (por ejemplo, inglés, Formación y Orientación Laboral, etc.).
Esto significa tener menos carga lectiva y, por tanto, mayor margen para concentrarse en las asignaturas restantes o en el empleo.
Compaginar trabajo y FP no es tarea sencilla, pero tampoco imposible. No obstante, invertir tiempo y esfuerzo en la Formación Profesional es una apuesta segura de futuro: supone adquirir competencias prácticas, aumentar la empleabilidad y abrir la puerta a nuevas oportunidades profesionales.
Con organización y constancia, es posible alcanzar un equilibrio entre trabajo y estudios que marque la diferencia en la trayectoria laboral.