El 56 % de los trabajadores asturianos ha tenido más de un empleo en algún momento de su vida, reflejo de un modelo en el que un solo sueldo ya no alcanza para vivir
Hubo un tiempo, no tan lejano, en que un sueldo bastaba para sostener a toda una familia. Un solo empleo, sin horas extra, podía pagar una casa, llenar la nevera y sacar adelante a los hijos. Hoy, en cambio, la realidad es otra: el 56 % de los trabajadores asturianos ha tenido que recurrir al pluriempleo en algún momento de su vida, según un estudio de Randstad.
El fenómeno no es marginal. En España, casi 586.000 personas tenían un segundo empleo al cierre de 2024, un 43 % más que una década atrás. En Asturias, más de la mitad de los ocupados reconoce haber compatibilizado trabajos para llegar a fin de mes o asegurar cierta estabilidad.
Cuando un sueldo no alcanza
Las razones hablan por sí solas:
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29 % de los asturianos con dos empleos lo hacen para cubrir gastos básicos.
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Otro 29 % porque su trabajo principal es demasiado inestable.
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Un 21 % busca simplemente mejorar ingresos.
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Y otro 21 % reconoce que lo hace por vocación o desarrollo personal.
El dato revelador es que el 86 % de quienes tienen más de un empleo lo dejarían si el principal ofreciera mejores condiciones. Es decir, no se trata de una elección libre, sino de una necesidad impuesta por salarios que no cubren el coste de la vida.
Consecuencias: estrés y precariedad
El pluriempleo trae consigo efectos colaterales: un 15 % lo asocia al estrés o la fatiga y casi un 30 % lo percibe como algo negativo porque erosiona la salud y las relaciones personales. Aun así, se prolonga en el tiempo: un 79 % de los asturianos mantiene el pluriempleo más de tres años seguidos.
Los sectores más afectados en la región son la hostelería y el turismo (23 %) y el comercio y la atención al cliente (23 %), precisamente los de mayor temporalidad y salarios más bajos.
De la excepción a la norma
La comparación con las generaciones anteriores es inevitable: si antes bastaba con un empleo fijo, ahora la norma es encadenar contratos, hacer horas extra o sumar trabajos en paralelo. Asturias se sitúa en la media nacional, pero comunidades como Baleares (84 %) o Andalucía (60 %) reflejan hasta qué punto este modelo se ha extendido.
La estadística deja claro que el pluriempleo ha dejado de ser una excepción para convertirse en una respuesta colectiva a la pérdida de poder adquisitivo. Una realidad que resume un trabajador encuestado: “No es que quiera dos empleos; es que con uno solo no me da para vivir”.