Las ciudades coloniales son joyas vivas que permiten viajar en el tiempo. Sus plazas, calles empedradas, iglesias y baluartes evocan la llegada de los europeos a América y la fusión de culturas que dio lugar a la identidad latinoamericana. A petición de la redacción, se incorpora Santo Domingo como pieza clave fundacional y se reordena la lista cronológicamente según el año de su fundación. Cada ficha resume su origen, su legado arquitectónico y su valor patrimonial.
1. Santo Domingo (República Dominicana, 1496 / traslado 1502)
Fundada en 1496 por Bartolomé Colón y trasladada a su emplazamiento actual en 1502 por Nicolás de Ovando, Santo Domingo es el asentamiento europeo permanente más antiguo de América. La Ciudad Colonial conserva la Catedral Primada de América, el Alcázar de Colón y la Fortaleza Ozama, conjunto declarado Patrimonio de la Humanidad en 1990. Su trazado regular sirvió de modelo para otras urbes coloniales y fue sede de la primera audiencia y del primer arzobispado del continente.
2. Trinidad (Cuba, 1514)
Diego Velázquez de Cuéllar fundó Trinidad en 1514. La villa prosperó gracias al auge azucarero y hoy es un museo urbano al aire libre: calles empedradas, casonas de colores y plazas con música tradicional. Su centro histórico y el vecino Valle de los Ingenios fueron inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial en 1988, ya que conservan el ambiente de la Cuba colonial.
3. San Juan (Puerto Rico, 1521)
La colonia de Puerto Rico se estableció definitivamente en la isleta de San Juan en 1521, tras un primer intento en Caparra en 1508. Para proteger la ciudad y los tesoros de las flotas, los gobernadores construyeron un sistema defensivo con murallas, bastiones y fuertes como La Fortaleza y el Castillo San Felipe del Morro. Estas fortificaciones, junto con el casco antiguo de la ciudad, forman parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1983.
4. Granada (Nicaragua, 1524)
Francisco Hernández de Córdoba fundó Granada en 1524, convirtiéndola en una de las ciudades hispánicas más antiguas de la América continental. Situada a orillas del lago Nicaragua, la “Gran Sultana” combina arquitectura colonial y neoclásica; destacan la Catedral, el convento de San Francisco y los vivos colores de sus casas. Su historia como centro comercial y militar explica la riqueza de su patrimonio.
5. Santiago de los Caballeros de Guatemala (Antigua Guatemala, 1524 / reubicada 1542)
Antigua Guatemala se fundó en 1524 y, tras ser destruida por lahares, se trasladó al valle de Panchoy en 1542. Capital del Reino de Guatemala durante más de dos siglos, fue arrasada por los terremotos de 1773. La ciudad conserva ruinas románticas, iglesias barrocas y claustros que reflejan la mezcla de arte español e indígena. Sus monumentos motivaron su inscripción como Patrimonio Mundial en 1979.
6. Cartagena de Indias (Colombia, 1533)
Pedro de Heredia fundó Cartagena en 1533 sobre un antiguo asentamiento indígena. Su ubicación estratégica en la costa Caribe la convirtió en puerto clave para la Corona española. Para defenderla de piratas y corsarios, se levantó un impresionante cinturón de murallas y fortalezas, incluido el Castillo de San Felipe de Barajas. El conjunto de fortificaciones y el centro histórico, con sus casonas de balcones floridos, fueron declarados Patrimonio Mundial en 1984.
7. Quito (Ecuador, 1534)
Los españoles fundaron Quito en 1534 sobre las ruinas de una ciudad inca. Situada a 2.850 metros de altura, su centro histórico –uno de los más extensos y mejor conservados de América– combina la tradición indígena con estilos europeos como el barroco, el mudéjar y el neoclásico. Iglesias como La Compañía de Jesús, conventos franciscanos y casas con patios interiores conforman un conjunto urbano inscrito en la primera lista del Patrimonio de la Humanidad en 1978.
8. San Miguel de Allende (México, 1542)
La primera población española del estado de Guanajuato fue fundada en 1542 por el franciscano Juan de San Miguel. San Miguel se desarrolló como parada en la Ruta de la Plata y posteriormente como centro insurgente. Su apogeo en el siglo XVIII dejó templos y mansiones barrocas de cantera rosa; la icónica Parroquia de San Miguel Arcángel, con torres neogóticas, domina la plaza principal. El centro histórico y el santuario de Atotonilco fueron inscritos en la lista del Patrimonio Mundial en 2008.
9. Potosí (Bolivia, 1545)
A los pies del Cerro Rico, Potosí surgió en 1545 como centro de extracción de plata. Su riqueza dio origen a la expresión “vale un Potosí” y financió buena parte del Imperio español. La Casa de la Moneda, iglesias barrocas mestizas y casonas señoriales recuerdan la gloria y la tragedia de aquella época. Hoy, pese a los retos de conservación, sigue siendo un lugar donde la historia late a flor de piel.
10. Salvador de Bahía (Brasil, 1549)
Fundada en 1549, Salvador fue la primera capital del Brasil colonial. Su centro histórico, conocido como Pelourinho, reúne casonas de colores vivos, iglesias barrocas cubiertas de oro y plazas donde se mezclan tradiciones europeas y africanas. El barrio fue el principal escenario de la trata de esclavos en el Atlántico Sur y es hoy cuna de la cultura afrobrasileña. En 1985 la UNESCO incluyó el área histórica en la lista del Patrimonio Mundial por su autenticidad y su patrimonio inmaterial.
11. San Agustín (Florida, EE.UU., 1565)
El 8 de septiembre de 1565, el marino asturiano Pedro Menéndez de Avilés fundó San Agustín, bautizándola en honor al santo cuya festividad coincidió con el avistamiento de tierra. Durante dos siglos la ciudad fue el bastión más septentrional de la España imperial y base para evangelizar a los pueblos indígenas. El Castillo de San Marcos, una fortaleza de piedra construida en el siglo XVII, es el edificio de mampostería más antiguo de Estados Unidos y símbolo de los lazos entre Avilés y Florida.
12. Colonia del Sacramento (Uruguay, 1680)
En 1680 los portugueses fundaron Colonia del Sacramento frente a Buenos Aires. La ciudad cambió de manos varias veces hasta quedar bajo dominio español. Su Barrio Histórico posee un trazado irregular de origen portugués, con calles adoquinadas como la Calle de los Suspiros, murallas, casas de piedra y el Portón de Campo. La UNESCO reconoció este conjunto en 1995 por su mezcla de tradiciones urbanísticas ibéricas.
Esta cronología demuestra que la herencia colonial en América es diversa y extensa. Desde Santo Domingo, primer asentamiento europeo permanente en el Nuevo Mundo, hasta Colonia del Sacramento, último enclave portugués fundado en el siglo XVII, cada ciudad cuenta una historia de conquista, mestizaje y resistencia. La conservación de sus cascos antiguos y su inclusión en la lista del Patrimonio Mundial reflejan la importancia de proteger estos escenarios donde todavía resuenan los ecos de la colonización y la riqueza cultural de América Latina.
