La consejera de Derechos Sociales visitó ayer los Apartamentos Gijón, en La Calzada, un recurso con 94 viviendas independientes que promueve la autonomía, combate la soledad no deseada y encaja con la Estrategia CuidAs del Principado.
La consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Marta del Arco, destacó ayer en Gijón/Xixón el papel de los apartamentos del Establecimientos Residenciales de Asturias (ERA) como una de las piezas más valiosas en el modelo de cuidados centrado en la autonomía de las personas mayores. “Son una alternativa entre la atención domiciliaria y la residencia, que garantiza una vida digna, independiente y segura”, afirmó durante su visita a los Apartamentos Gijón, situados en el barrio de La Calzada.
Este recurso, que funciona desde hace más de tres décadas, está ahora “en pleno auge” porque conecta directamente con la filosofía de la Estrategia CuidAs, centrada en favorecer el envejecimiento en los domicilios, mantener la independencia y reforzar la vida comunitaria. “Este modelo mejora la calidad de vida, reduce el riesgo de soledad no deseada y facilita la participación en la vida comunitaria, a la vez que permite a las personas mayores vivir con libertad de horarios”, subrayó la consejera.
Un modelo en expansión
El equipamiento visitado dispone de 94 apartamentos independientes, pensados para personas mayores en situación de fragilidad psicosocial que pueden vivir solas sin apoyos intensos. Los requisitos son similares a los de acceso a residencias: ser mayor de 65 años, pensionista mayor de 60 o tener más de 50 años con discapacidad, siempre que no se tenga reconocida la dependencia.
Además de este centro, el ERA gestiona otros dos espacios de características similares: los apartamentos Sierra del Sueve, también en Gijón, con 53 viviendas, y los apartamentos Covadonga, en Oviedo/Uviéu, con 78. Entre los tres suman una ocupación media del 86%.
Servicios y seguridad
Estos apartamentos ofrecen mucho más que una vivienda. Cuentan con trabajadora social, conserjería las 24 horas, personal de mantenimiento y limpieza, así como apoyo para las tareas domésticas en los casos que se requiera. Los residentes pueden recibir visitas hasta las 22:00 horas, dentro de unas normas de convivencia que garantizan el bienestar colectivo.
Para reforzar la seguridad, la consejería realiza controles diarios mediante llamada telefónica, asegurándose de que cada persona residente se encuentra bien. Las viviendas incluyen sala comedor con cocina, habitación y baño, además de espacios comunes con biblioteca, ordenadores, juegos, prensa diaria, lavandería y hasta un huerto comunitario creado por los propios mayores.
Una alternativa al modelo clásico de residencia
La visita de Del Arco sirvió para poner en valor este formato de alojamiento, que se sitúa a medio camino entre el hogar propio y el centro residencial, y que está pensado para personas que buscan mantener su independencia sin renunciar a un entorno seguro y acompañado.
“Es un modelo que responde a lo que nos piden las personas mayores: vivir en sus domicilios, mantener sus rutinas, pero sabiendo que cuentan con apoyos, seguridad y comunidad”, resumió la consejera.
La apuesta por estos equipamientos se enmarca en la estrategia del Principado para diversificar la red pública de cuidados y adaptarse a los retos del envejecimiento, con soluciones que combinan calidad de vida, prevención de la dependencia y apoyo a la autonomía personal.