La anguila europea, en peligro crítico de extinción, se enfrenta a una paradoja que también afecta a Asturias: cuanto más escasa es, más se paga en las lonjas del Principado. La tradición pesquera choca con la advertencia científica de que la especie puede desaparecer para siempre.
Una especie en caída libre
La anguila europea (Anguilla anguilla) lleva dos décadas catalogada como especie en peligro crítico de extinción. Su población se ha desplomado en toda Europa, con un 95% menos de ejemplares respecto a mediados del siglo XX. A pesar de este derrumbe, la especie sigue siendo objeto de pesca y explotación comercial, y Asturias no es ajena a este fenómeno.
Un estudio de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) publicado en Conservation Letters alerta de que la propia escasez de la anguila, combinada con el deseo humano de consumir productos exclusivos, genera una “espiral de extinción ligada al mercado”. El ejemplo asturiano encaja a la perfección: cuanto menos angulas llegan a los ríos, más aumenta su precio en las lonjas.
La tradición asturiana: San Esteban, Nalón y Sella
En Asturias, la pesca de angula es tradición y cultura. Cada invierno, decenas de pescadores con licencia se lanzan a las aguas del Nalón, el Sella, el Narcea o el Esva para capturar las diminutas larvas de anguila que llegan desde el mar de los Sargazos.
El epicentro está en San Esteban de Pravia, donde la primera subasta de la temporada se ha convertido en todo un ritual. Allí se han llegado a pagar más de 6.000 euros por kilo en las pujas iniciales, una cifra que convierte a la angula en el producto más caro de la gastronomía asturiana.
Lo que antes era un plato popular en las casas de pescadores, hoy es un lujo reservado a unos pocos bolsillos, servido en restaurantes selectos de Asturias, el País Vasco o Madrid.
La paradoja del mercado
El estudio del CSIC demuestra que en España las capturas de angula han caído en un 85% desde 1990, pero el valor total de la pesca se mantiene gracias a la escalada del precio. En Asturias, el fenómeno se repite: cada año hay menos capturas, pero el kilo de angula sigue alcanzando cifras récord.
“Es el escenario perfecto para una espiral de extinción”, explica el investigador Miguel Clavero, autor principal del estudio. “La gente está dispuesta a pagar más por consumir un producto exclusivo, y eso mantiene viva la explotación incluso cuando las poblaciones están al límite”.
Entre la identidad y la extinción
La angula no es solo un producto, es parte de la identidad asturiana. Cofradías de pescadores, fiestas gastronómicas y tradiciones locales se construyen alrededor de su captura y consumo. Para muchos pescadores del Nalón y el Sella, las noches de invierno buscando angulas son un legado familiar que se resiste a desaparecer.
Pero los científicos son tajantes: la continuidad de esta tradición puede costar la extinción definitiva de la especie. Desde el Consejo Internacional para la Explotación del Mar (ICES) se ha recomendado en varias ocasiones la veda total de la pesca de anguila en Europa, sin que estas recomendaciones se hayan traducido en un freno efectivo de la mortalidad pesquera.
El lujo gastronómico que amenaza el futuro
Los datos recopilados por el CSIC muestran que el precio de la angula ha pasado de costar menos de cinco euros el kilo en 1925 a rondar los 1.000 euros de media en 2024, con picos astronómicos en las lonjas asturianas y vascas.
Este lujo gastronómico, muy ligado a la cultura vasca y asturiana, se ha extendido a toda España y a mercados internacionales, alimentando un comercio legal e ilegal que multiplica la presión sobre la especie.
En palabras de la investigadora Estíbaliz Díaz, del centro AZTI y coautora del estudio: “Con los precios actuales, casi cualquier captura cubre los gastos de los pescadores y genera beneficios, incluso cuando las capturas son mínimas. Eso perpetúa el problema”.
¿Veda total y prohibición del comercio?
Los científicos plantean medidas drásticas: una veda total de la pesca de anguila y angula, acompañada de una prohibición temporal de su comercialización. Sin embargo, este tipo de medidas choca de frente con la tradición pesquera y la economía local de zonas como Asturias, donde la angula genera ingresos importantes cada invierno.
“Debe romperse la inercia del mercado del lujo”, concluye Clavero. “Si no se actúa ya, la anguila puede ser la próxima especie europea en desaparecer”.
Asturias ante un dilema
El Principado se encuentra atrapado en una paradoja difícil de resolver: por un lado, defender una tradición que forma parte de la cultura pesquera asturiana; por otro, atender las advertencias científicas que urgen a frenar la explotación de la especie.
Lo cierto es que cada kilo de angula que se subasta en San Esteban o en el Nalón es hoy más caro que nunca, pero también puede estar acercando a la especie un poco más a su final.
La pregunta que sobrevuela el debate es clara: ¿qué pesa más en Asturias, la tradición o la supervivencia de la anguila?