Segundo ejemplar hallado sin vida en menos de 48 horas en Asturias. FAPAS advierte: “Van siete muertes este verano, esto no es casualidad”.
El hallazgo del cadáver de un oso pardo macho de unos 170 kilos de peso en la localidad de Cuevas, en Belmonte de Miranda, ha puesto en marcha una investigación urgente por parte de la Consejería de Medio Rural y Política Agraria del Principado de Asturias, que no descarta que se trate de un nuevo caso de furtivismo.
El cuerpo del animal fue localizado este viernes tras el aviso de un vecino al teléfono de emergencias 112. Agentes del SEPRONA de la Guardia Civil y agentes medioambientales del Principado se desplazaron hasta la zona para proceder al levantamiento del cadáver, que ha sido trasladado al Centro de Recuperación de la Fauna Salvaje de Sobrescobio, donde se le practicará una necropsia para determinar la causa exacta de la muerte.
Dos osos muertos en menos de dos días
Este caso se suma a otro hallazgo reciente, ocurrido apenas 24 horas antes en la braña de La Pornacal, en el vecino concejo de Somiedo, donde fue localizado sin vida otro oso pardo adulto, de unos 110 kilos, que se encontraba radiomarcado por la Junta de Castilla y León. En ese caso, los primeros indicios apuntan a una muerte por causas naturales derivadas de la edad del ejemplar, que estaba siendo monitorizado por los servicios de Vida Silvestre.
Sin embargo, el hallazgo en Belmonte plantea muchas más incógnitas. El ejemplar, de mayor envergadura y sin seguimiento electrónico conocido, apareció sin signos externos visibles que permitan determinar una causa natural, lo que ha llevado a los investigadores a abrir la vía penal del furtivismo.
FAPAS da la voz de alarma: “Ya van siete casos este verano”
La Fundación para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) ha sido contundente tras conocerse este nuevo caso. Según han denunciado públicamente, se trataría del séptimo oso muerto en lo que va de verano en territorio asturiano, varios de ellos en circunstancias claramente sospechosas, como lazos ilegales o trampas de acero.
“Estamos asistiendo a una auténtica epidemia de muertes encubiertas, que deberían sacudir la conciencia de las instituciones. No es casualidad. Es el resultado de años de abandono de las labores de vigilancia activa sobre esta especie”, han señalado en un comunicado.
FAPAS, que ya anunció en julio su intención de personarse como acusación particular en varios casos recientes, exige que se refuerce la vigilancia ambiental y se recupere la extinta Unidad de Conservación del Oso, disuelta en 2023 pese a la oposición de grupos conservacionistas.
El valor de cada oso: una pérdida genética irreemplazable
Con una población de apenas 300 ejemplares en toda la Cordillera Cantábrica —más del 70 % concentrados en Asturias—, cada pérdida de un macho adulto supone un golpe directo al equilibrio genético de la especie. Especialmente en una subpoblación que, a pesar de su crecimiento en las últimas décadas, sigue en situación vulnerable.
“Un oso de 170 kilos no aparece muerto por casualidad. Y menos en Belmonte, uno de los santuarios naturales de esta especie”, recuerdan desde FAPAS. La presión cinegética, la colocación de trampas y el retroceso de la vigilancia son, para muchos expertos, ingredientes que explican este repunte de muertes.
Próximos pasos: necropsia clave y posible causa penal
El cuerpo del oso será sometido a una necropsia en los próximos días. Los técnicos analizarán signos de heridas por arma de fuego, indicios de lazos metálicos, fracturas o presencia de veneno, así como pruebas genéticas para comprobar si se trata de un ejemplar ya monitorizado previamente.
En función de los resultados, el Principado podría trasladar el caso a la Fiscalía de Medio Ambiente, abriendo la puerta a una instrucción penal. El delito de caza ilegal de especie protegida está tipificado en el Código Penal con penas de hasta tres años de prisión y fuertes sanciones económicas.
Mientras tanto, la zona de Cuevas permanece bajo observación, y se están recogiendo posibles pruebas como restos de pelo, huellas, restos metálicos o incluso señales balísticas.
Una llamada al 112 que puede marcar la diferencia
La rápida reacción del vecino que avisó al 112 ha sido clave para permitir la investigación. Fuentes de la Guardia Civil subrayan la importancia de este tipo de colaboración ciudadana, fundamental para proteger una especie que, aunque ha remontado del borde de la extinción, sigue siendo extremadamente frágil.
“El silencio mata más que las trampas. Si ves algo, actúa. Porque los osos no pueden defenderse solos”, concluyen desde FAPAS.
DATOS CLAVE
-
Animal hallado: Oso pardo macho, ~170 kg
-
Lugar: Cuevas (Belmonte de Miranda)
-
Aviso: Llamada al 112 de un vecino
-
Intervención: SEPRONA y agentes medioambientales
-
Destino del cuerpo: Centro de Recuperación de Sobrescobio
-
Hipótesis principal: Furtivismo
-
Segunda muerte de oso en Asturias en 48 horas