Los tres niños, aislados durante casi cuatro años en una vivienda insalubre, no sabían leer ni escribir. El ministerio público solicita además indemnizaciones, prohibiciones de contacto y la pérdida definitiva de la patria potestad
1. LA PETICIÓN DE CONDENA
La Fiscalía del Principado de Asturias ha solicitado una pena total de 25 años y 4 meses de prisión para cada uno de los progenitores acusados de haber mantenido encerrados a sus tres hijos menores en una vivienda del barrio ovetense de Fitoria durante casi cuatro años. El ministerio público les imputa delitos de violencia psíquica habitual en el ámbito familiar y tres delitos de detención ilegal con la agravante de parentesco, en concurso con abandono de familia.
En el escrito de acusación, se solicita también la suspensión de la patria potestad, la prohibición de comunicación con los menores durante once años y diez meses y una indemnización de 15.000 euros por daños morales a cada niño, a abonar de forma conjunta por ambos acusados.
2. DETALLES DE LOS CARGOS Y LAS PENAS
Por el delito de violencia psíquica habitual, la Fiscalía pide:
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2 años y 4 meses de prisión
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Inhabilitación especial para ejercer la patria potestad, tutela o acogimiento: 3 años y 4 meses
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Prohibición de tenencia de armas: 4 años y 6 meses
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Prohibición de aproximación y comunicación con los menores: 3 años y 4 meses
Por cada uno de los tres delitos de detención ilegal (uno por hijo), en concurso con abandono de familia, se reclaman:
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7 años y 8 meses de prisión por cada delito
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Prohibición de aproximación: 8 años y 6 meses por cada niño
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Suspensión del régimen de visitas hasta el total cumplimiento de la pena
Sumadas, las penas ascienden a 25 años y 4 meses por persona. Además, se solicita la pérdida definitiva del contacto con los menores, tanto físico como por cualquier medio.
3. LOS HECHOS: CUATRO AÑOS DE CAUTIVERIO INFANTIL
Los hechos investigados se remontan a diciembre de 2021, cuando esta familia, compuesta por un hombre de nacionalidad alemana (53 años) y una mujer estadounidense (48), se instaló en una vivienda de Fitoria, a las afueras de Oviedo. Allí permanecieron hasta el 28 de abril de 2025, fecha en que la Policía Nacional liberó a los tres menores tras una denuncia vecinal y varios días de vigilancia autorizada por la Fiscalía de Menores.
Durante todo ese periodo, los menores no pisaron el exterior. Ni siquiera accedieron al jardín de la vivienda. No estaban escolarizados, no sabían leer ni escribir, no constaban en ningún registro sanitario ni educativo, y vivían completamente aislados del mundo. Los únicos adultos que conocían eran sus propios padres.
La casa, según el informe policial, se encontraba en condiciones extremas de insalubridad: basura acumulada, heces, humedad, animales enfermos y medicamentos sin receta. Los gemelos dormían en cunas modificadas para que pudieran entrar y salir, y el mayor en una cama pequeña para su edad. Todos usaban pañales de forma prolongada, lo que les causó problemas de control de esfínteres.
Cuando fueron encontrados, caminaban encorvados, con las piernas arqueadas, y tenían la piel dañada e infecciones cutáneas. Llevaban puestas tres mascarillas superpuestas, según el relato policial, y mostraban una extrema desorientación al salir al exterior. Tocaban el césped con asombro, como si jamás lo hubieran pisado.
4. ¿QUÉ HA SIDO DE LOS NIÑOS?
Tras el rescate, el Juzgado de Instrucción número 3 de Oviedo decretó prisión provisional, comunicada y sin fianza para ambos progenitores, y la suspensión cautelar de la patria potestad, que fue asumida por el Principado de Asturias.
Los menores se encuentran actualmente bajo tutela de la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar, alojados en un centro de acogida especializado en Asturias. Según fuentes del Gobierno autonómico, se encuentran físicamente estables, han mejorado su alimentación y descanso, y se muestran tranquilos y receptivos. Aún no han recibido una evaluación psicológica definitiva, pero profesionales del centro observan una mejoría progresiva en sus relaciones sociales.
No hay familiares en España que hayan reclamado su custodia. Sin embargo, los abuelos maternos, residentes en Estados Unidos, han iniciado gestiones para obtener la tutela, y las autoridades asturianas evalúan si el traslado es viable desde el punto de vista jurídico y psicológico. El proceso podría completarse antes del otoño, si los informes técnicos lo permiten.
Este caso, conocido como el de la "casa de los horrores de Oviedo", ha conmocionado a la sociedad asturiana y española por la crudeza del aislamiento, la negligencia extrema y el sufrimiento prolongado de tres menores que vivieron casi cuatro años privados de libertad, educación, asistencia médica y contacto humano más allá de sus padres.
Con la petición de condena sobre la mesa, la Fiscalía ha marcado una posición clara: castigo ejemplar, reparación a las víctimas y prohibición absoluta de reencuentro con los menores. La justicia tendrá ahora la última palabra.