El asesinato de Lola Fernández, a manos de su esposo, conmociona profundamente a los vecinos de Pola de Laviana, que se sienten "con el corazón roto" por una tragedia que ha marcado a la comunidad.
Pola de Laviana, un pequeño pueblo asturiano, vive días de profunda consternación tras el brutal asesinato de María Dolores Fernández, conocida como Lola, de 86 años. La tragedia, ocurrida el 2 de julio de 2025, ha dejado una herida imborrable en la localidad, donde todo el mundo conocía a la víctima y su vida había estado marcada por la dedicación a su familia y su comunidad.
El crimen, perpetrado por su esposo, Eutiquio Fernández, de 90 años, ha dejado a la población sumida en el dolor. La violencia con la que se produjo el asesinato, con martillazos, ha conmocionado a un pueblo que, como muchos otros, no esperaba ser tocado por una tragedia tan desgarradora. La comunidad de Laviana, pequeña pero muy unida, se ha visto sacudida por esta muerte injusta, que ha sido calificada como un caso claro de violencia machista.
El funeral: una comunidad unida en el dolor
Cientos de vecinos acudieron al funeral de Lola en la iglesia parroquial de Santa María de Pola de Laviana, un acto lleno de emoción en el que se pudo ver a la comunidad volcada con la familia de la víctima. El ambiente era de profunda tristeza, con el pueblo entero lamentando la pérdida de una mujer que había formado parte activa de la vida del lugar. Las muestras de apoyo a los familiares fueron constantes, con personas que llegaron desde todas las partes de Laviana para dar su último adiós y compartir el dolor de los cercanos a Lola.
El funeral se convirtió en una especie de refugio para los habitantes de la localidad, quienes se agruparon en torno a la familia de Lola en un intento de dar consuelo en medio del horror. Las calles de la Pola se llenaron de la solidaridad de todos aquellos que, al igual que los familiares, han sufrido la pérdida de alguien querido.
Una herida profunda en el pueblo
La tragedia ha dejado una gran herida en Laviana, un pueblo con una población pequeña pero muy cohesionada. "El corazón roto" es una expresión que muchos usan para describir cómo se sienten los lavianeses ante la noticia del crimen. La noticia se ha propagado rápidamente, y en cada rincón del pueblo se habla del caso con asombro y dolor. No es solo el crimen en sí lo que ha impactado a la comunidad, sino la sensación de injusticia que ha acompañado la muerte de Lola.
Los vecinos coinciden en señalar que Lola era una mujer querida por todos, que vivía con dignidad a pesar de sus dificultades. Su historia, marcada por el deterioro cognitivo y los cuidados que requería, hacía aún más desgarrante el hecho de que su vida terminara de forma tan cruel. La cercanía de los lavianeses con la víctima hace aún más difícil aceptar la pérdida.
El legado de Lola: la comunidad se une para recordarla
En estos días de luto, Laviana ha mostrado su capacidad de unirse ante la adversidad. La comunidad no solo se ha volcado en el funeral, sino que ha estado presente en el tanatorio y en todos los momentos posteriores al crimen, apoyando a los familiares, especialmente al hijo de Lola, quien ha tenido que enfrentar una situación inimaginable.
El pueblo se ha mantenido unido no solo en su dolor, sino también en la condena del crimen. El impacto que ha tenido en Laviana va más allá del asesinato en sí mismo, ya que ha abierto un debate sobre la violencia machista, una lacra que, lamentablemente, ha tocado a la puerta de una localidad tranquila como esta.
Un pueblo que busca justicia y cierra filas en torno a la familia de Lola
A pesar del dolor, los lavianeses han mostrado su solidaridad de diversas formas. La comunidad ha querido que se haga justicia, con la esperanza de que el crimen no quede impune. Mientras tanto, la familia de Lola sigue recibiendo el apoyo incondicional de su gente, que no duda en brindarles consuelo y fortaleza en estos momentos tan difíciles.
El asesinato de Lola Fernández no solo ha marcado a Laviana, sino que ha dejado una huella en toda Asturias, un recordatorio de la persistente violencia machista que sigue afectando a muchas mujeres en el país. En Laviana, la lucha por la justicia se mezcla con el dolor y la determinación de una comunidad que, a pesar de todo, sigue adelante, unida y con el corazón roto.