Un año de persecución termina con la desarticulación de la organización criminal más activa del noroeste peninsular, que operaba entre Galicia, Valladolid, Asturias y Salamanca bajo el mando de un clan familiar que logró fugarse y ocultarse durante semanas en un chalet escondido en el bosque.
Durante más de diez meses, una organización criminal altamente estructurada convirtió la cornisa cantábrica en su ruta privilegiada para mover cocaína a gran escala. Galicia era el puerto de entrada. Asturias, uno de sus destinos favoritos. Y Valladolid, su centro neurálgico de operaciones. Al frente, un clan de etnia merchera, compuesto por un patriarca y sus dos hijos, que tejieron una red de tráfico y blanqueo con ramificaciones empresariales y conexiones logísticas por media España.
Su historia terminó hace solo unos días en Calvarrasa de Arriba, un pequeño municipio salmantino, cuando una operación conjunta del Grupo Especial de Operaciones (GEO) y la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) asaltó una vivienda unifamiliar en medio del monte, alejada de núcleos urbanos y de acceso complicado. Allí se escondían desde el 1 de mayo, cuando lograron escapar de un convoy de droga interceptado en la A-62, a su paso por Valladolid. Era su última jugada. No les funcionó.
Cronología de una caza a gran escala
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Julio 2024 – Operación Silken:
Se detectan los primeros movimientos sospechosos. Tres detenidos, 12 kg de cocaína y 80 000 € en metálico. El rastro apunta a una red más grande con base en Valladolid. -
Agosto 2024 – Se abre la operación Churruca:
Comienza una investigación meticulosa con apoyo de la Unidad de Vigilancia Aduanera (DAVA) y agentes especializados en blanqueo. Se documentan movimientos frecuentes entre Galicia, Castilla y León y Asturias. -
Mayo 2025 – Intervención en la A-62:
Un convoy de varios vehículos con droga procedente de Galicia es interceptado. Cuatro arrestados y otros tres escapan, entre ellos los cabecillas. Se incautan 59 kg de cocaína y 15 vehículos. -
11-13 de junio de 2025 – Golpe final en Salamanca:
Se localiza el escondite de los fugados. En el chalet se incautan armas, munición, un coche robado y 5 400 € en efectivo. Los GEO entran por sorpresa. Seis detenidos, incluidos los tres líderes del clan.
El clan: un eje familiar y empresarial
La columna vertebral de la red era familiar. El padre, con antecedentes por tráfico, blanqueo y tenencia ilícita de armas, estaba acompañado por sus dos hijos, encargados de organizar las rutas, captar testaferros y negociar los alijos. Según fuentes de la investigación, controlaban una red de empresarios tapadera, algunos ya bajo investigación judicial, que les permitían blanquear beneficios a través de actividades legales, entre ellas compraventa de vehículos, sociedades interpuestas y alquiler de naves logísticas.
La droga, adquirida en alijos de gran pureza procedentes de Galicia, se almacenaba en puntos logísticos en Valladolid, donde se redistribuía principalmente hacia Asturias, Zamora y Salamanca, aunque los investigadores creen que también tenía destinos en el sur de Francia.
Balance final: cifras de un entramado millonario
La operación Churruca, que englobó y amplió la previa operación Silken, ha culminado con un balance demoledor:
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27 personas detenidas, varias ya en prisión preventiva
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71 kilos de cocaína de alta pureza incautados, valorados en más de 4 millones de euros en el mercado negro
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22 vehículos de alta gama, con un valor superior al millón de euros
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85 000 € en metálico
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Numerosas armas, munición y teléfonos intervenidos
Con la estructura desmantelada, la Policía Nacional da por finalizada la fase operativa de la investigación antidroga. Pero ahora se abre una segunda etapa judicial, centrada en el blanqueo de capitales y en las conexiones financieras de la red, donde ya se investiga a empresarios, sociedades instrumentales y propiedades adquiridas con dinero ilícito.
Asturias en el centro del mapa del narcotráfico
Aunque con epicentro logístico en Valladolid, la organización había intensificado su actividad en Asturias desde mediados de 2024. Varias de las remesas interceptadas estaban destinadas a puntos de distribución en Gijón, Avilés y Oviedo, donde se sospecha que operaban células de venta vinculadas al clan, ahora también bajo vigilancia.
La caída de este entramado criminal devuelve la atención sobre la penetración de las redes gallegas y castellanas en el mercado asturiano, tradicionalmente más vinculado al menudeo, y plantea nuevas incógnitas sobre el futuro del tráfico de cocaína en el norte peninsular.