¡Ay, cielín! Hoy traigo una receta que ye una delicia pa los días alegres y pa cuando quieres sorprender a la familia con algo bien sabrosu y bien de la tierrina. Coge la mandilina y presta atención, que vamos a preparar una Cinta de lomo rellena asturianizada, como la hacía mi güela en Candás cuando venía la familia de América a pasar el veranu.
Cinta de lomo rellena
Ingredientes (pa 4 fartones como Dios manda):
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8 filetes de cinta de lomo adobada
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4 lonchas de jamón serrano
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4 lonchas de quesu afuega’l pitu (o si no tienes, un buen queso de cabra curadín también vale)
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1 huevo (o dos, que nunca se sabe)
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Pan rallado (mejor si lo rallas tú con pan de escanda duru)
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Harina de trigo
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Aceite de oliva virgen extra (¡del bueno, como el de Taramundi!)
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Sal y pimienta
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Una pizquina de orégano o tomillu si te gusta
Pa acompañar:
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Unas patatinas al horno o una buena ensalada con aceitunas negras, maíz y tomate como la que ves en la foto, que también presta mucho.
Cómo lo hacía yo, paso a paso:
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Prepara los filetes como si fueran parejinas: pon uno encima del otro y rellénalos con una loncha de jamón y otra de queso. Como si fuera un cachopín, pero en versión lomo. ¡Ay qué ricura!
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Sella los bordes apretando bien, y si ves que se escapan los ingredientes, puedes pincharlos con un palillu, que tampoco pasa nada.
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Sala un poco, pasa primero por harina, luego por huevo batido y finalmente por pan rallado. ¡Que no falte el pan rallado gruesu, que cruje más!
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En una sartén con abundante aceite bien caliente, fríe los lomos vuelta y vuelta hasta que estén doradinos y crujientes como corteza de pan de hogaza.
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Sácalos y ponlos en papel absorbente, como hacía mi tía Elvira en la cocina de Villaviciosa, pa quitar el exceso de grasa.
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Sirve con patatinas, ensalada o, si quieres lucirte, con un puré de fabes bien fino. ¡Eso ye gloria bendita!
Trucu de la güela Balbina:
Si quieres que sepan más a Asturies aún, mete un poco de cecina o compangu en vez de jamón serrano, y añade una pizca de nuez moscada al huevo. Y si te atreves... ¡usa pan rallado con pimentón de la Vera!
Bueno, cielín, esta receta ye de les que se guardan con un trapo en el libro de cocina, de les que se cuentan en la cocina con la lumbre encendida y los nietos sentaos en la mesa esperando. Si la haces, cuéntame cómo te salió, que yo ya tengo gana de probarla otra vez. Y recuerda: nun hay amor más sinceru que’l que lleva pan ralláu y quesín fundíu por dentro.
¡Un abrazu grande de la güela Balbina! Y acuérdate, que ya me saluda la xente pola calle, ¡qué cosas!
