Juan Ponte, director general de Agenda 2030, exige una planificación estratégica para transformar el ferrocarril en el eje de la cohesión territorial y la movilidad sostenible
"Las cercanías se deben gestionar desde la cercanía".
"El tren no puede estar supeditado a criterios de rentabilidad: debe ser un derecho garantizado".
El director general de Agenda 2030 del Gobierno del Principado, Juan Ponte, ha lanzado este un mensaje contundente sobre el futuro del ferrocarril en Asturias: “El tren debe dejar de concebirse como un negocio para ser entendido, de una vez por todas, como un derecho básico para la ciudadanía”. Lo ha hecho en el marco de unas jornadas sobre movilidad y planificación territorial que se celebran en Oviedo, y en las que ha reclamado un cambio radical en la manera de gestionar y entender el transporte ferroviario.
Una red con alma territorial
Ponte ha reivindicado la necesidad de una planificación estratégica rigurosa que permita canalizar adecuadamente las inversiones en infraestructuras, personal y material rodante. “La red ferroviaria asturiana es una malla perfecta para generar cohesión social, vertebrar el territorio y facilitar la movilidad sostenible. Pero hace falta dirección, estrategia y voluntad política para aprovecharla”, ha subrayado.
El director general ha señalado también que gestionar las cercanías desde Madrid es una contradicción en sí misma. En este sentido, ha puesto como ejemplo el modelo vasco, donde la antigua Feve fue integrada hace años en Euskotren, empresa pública que depende del Gobierno Vasco. “Es una gestión desde la cercanía para las cercanías”, ha resumido.
Un tren verde, seguro y asequible
En un discurso marcado por el tono social y ecológico, Ponte ha recalcado que el tren es uno de los modos de transporte más sostenibles y seguros disponibles actualmente:
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Reduce en un 90% el consumo energético frente a otros modos.
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Genera menos residuos.
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Es asequible, confortable y saludable.
Ha aprovechado también para destacar el sistema tarifario impulsado por el Consorcio de Transportes de Asturias (CTA), al que ha calificado como “uno de los grandes avances sociales de la última década en nuestra comunidad y en el conjunto de España”.
El tren como símbolo de modernidad
En sus palabras finales, Juan Ponte ha querido cerrar con una visión de futuro: “El ferrocarril es el modelo de transporte del presente y del futuro. Apostar por él es apostar por una Asturias más justa, más conectada y más verde”.
Con este posicionamiento, el Gobierno asturiano da un paso más en la defensa de una nueva gobernanza para el tren, que no solo lo blinde como servicio público esencial, sino que también lo convierta en uno de los motores del cambio hacia una región más sostenible e integrada.