En los últimos meses, un ambiente de creciente incertidumbre ha invadido las estaciones de servicio de Asturias, tras una serie de robos violentos e intimidatorios que han puesto en alerta a los trabajadores del sector. Seis robos en apenas un mes, cometidos por una banda criminal conocida como la "banda del Seat León", han sembrado el pánico entre los empleados y empresarios asturianos, quienes no solo temen por su seguridad, sino también por la continuidad de su negocio.
La “banda del Seat León”: asaltos con violencia y destrozos
Esta banda criminal, que se caracteriza por su modus operandi violento, ha logrado aterrizar en varias estaciones de servicio y establecimientos comerciales de la región. Utilizando vehículos robados, como el Seat León que les da nombre, los asaltantes accedían rápidamente a los establecimientos, rompiendo ventanales con mazas o tapas de alcantarilla, y forzaban las entradas. En algunos casos, emplearon intimidación física contra los empleados, amenazándolos con armas blancas o simplemente con su presencia agresiva.
Los asaltantes operaban de noche, cuando las estaciones de servicio estaban menos concurridas, lo que les permitió robar grandes cantidades de dinero y mercancía. En algunas ocasiones, los asaltos fueron tan violentos que los trabajadores tuvieron que ser atendidos por lesiones o daños psicológicos.
Los robos: una pesadilla recurrente
El 17 de mayo de 2025, uno de los robos más recientes tuvo lugar en una estación de servicio en el municipio de Siero, donde tres individuos, encapuchados y armados, irrumpieron durante la madrugada. Como en otras ocasiones, los ladrones utilizaron una maza para romper el escaparate y robar el dinero de la caja registradora. Aunque los empleados se encontraban presentes, afortunadamente, no hubo víctimas mortales, pero el miedo y la angustia estuvieron presentes en cada uno de los robos, como confirmaron fuentes cercanas a los afectados.
Esta oleada de robos ha dejado una huella imborrable en la comunidad local. Los trabajadores, muchos de ellos empleados a jornada completa en turnos nocturnos, se han visto obligados a vivir con el constante temor de ser las próximas víctimas. Además, los empresarios se enfrentan a la amenaza de tener que asumir no solo los costes derivados de los robos, sino también la pérdida de confianza de los clientes.
Impacto en las estaciones de servicio: un sector golpeado
Las estaciones de servicio no solo han tenido que lidiar con los daños materiales y la pérdida de productos, sino también con un creciente problema de inseguridad. La Asociación de Estaciones de Servicio de Asturias (ASVECAR) ha emitido varias alertas pidiendo la intervención de las autoridades para frenar esta oleada de asaltos. Según fuentes cercanas al sector, muchos empresarios se sienten desbordados ante la falta de medidas de seguridad efectivas y el creciente número de incidentes.
La situación es tan alarmante que algunos empleados han sido víctimas de violencia física y psicológica durante los asaltos. En varios casos, los trabajadores fueron agredidos verbalmente y amenazados con cuchillos o palos, lo que les dejó secuelas emocionales de difícil recuperación. Como un trabajador de una estación de servicio en Avilés confesó, "los robos se están convirtiendo en una rutina. Cada vez que entro al trabajo, siento miedo de que esta vez no voy a salir ileso".
Respuestas institucionales y medidas de seguridad
La Guardia Civil, a raíz de la creciente preocupación en la comunidad, ha intensificado su presencia en las áreas más afectadas por los robos. En mayo de 2025, se logró la detención de seis individuos responsables de al menos diez robos en gasolineras y bares en los municipios de Siero, Corvera y Llanera. Los detenidos fueron vinculados a la banda del Seat León, un grupo conocido por su violencia y rapidez al cometer los asaltos.
A pesar de estas detenciones, el miedo persiste entre los empleados y empresarios del sector. La falta de medidas de seguridad adecuadas y el lento proceso judicial para resolver los casos de ocupación y robo han generado una sensación de impotencia. Muchos trabajadores han solicitado mayor colaboración entre las autoridades locales y las empresas de seguridad privada, para establecer protocolos que garanticen una protección efectiva.
El sector pide medidas urgentes
Ante la creciente ola de asaltos y la incertidumbre que afecta a los empleados de las estaciones de servicio, ASVECAR ha demandado más inversiones en tecnología de seguridad, como cámaras de vigilancia de alta resolución, alarmas de última generación y personal de seguridad durante las horas más críticas. Además, la asociación ha subrayado la necesidad de un mayor compromiso por parte de las autoridades para implementar políticas preventivas más efectivas.
"Estamos pidiendo medidas urgentes. Ya no se trata solo de proteger las estaciones de servicio; se trata de proteger a las personas que trabajan aquí y darles la seguridad de que, al final del turno, puedan regresar a sus casas sin temor a ser atacados", declaró un portavoz de ASVECAR en una rueda de prensa reciente.
Un fenómeno en expansión
La violencia asociada con los robos en las estaciones de servicio no es un problema aislado de Asturias. A nivel nacional, la "banda del Seat León" ha sido vinculada a varios asaltos en diferentes regiones de España, especialmente en las zonas del norte, donde los robos en gasolineras se han multiplicado. La creciente profesionalización de los grupos criminales en este tipo de delitos está cambiando la naturaleza de la delincuencia en las áreas urbanas y rurales, donde las estaciones de servicio se han convertido en un blanco fácil debido a su ubicación y el poco control en algunos casos.
En Asturias, la presión sobre las estaciones de servicio no parece amainar. El miedo y la incertidumbre continúan dominando el ambiente, mientras que la respuesta institucional sigue siendo insuficiente para erradicar la creciente oleada de robos. Mientras tanto, los empleados, con sus temores a cuestas, siguen siendo las principales víctimas de una violencia que parece no tener fin.