Caza a un kamikaze en la A-63: un asesino en potencia al volante siembra el terror en la autopista asturiana

Caza a un kamikaze en la A-63: un asesino en potencia al volante siembra el terror en la autopista asturiana

La Guardia Civil identifica a un conductor que circuló en sentido contrario durante varios kilómetros entre Grado y Oviedo. La investigación sigue abierta y podría enfrentarse a penas de prisión.

 

La escena fue dantesca. Coches esquivando a toda velocidad. Claxonazos. Frenazos. Gente llamando aterrorizada al 112. Todo por culpa de un kamikaze que se lanzó a la A-63 en dirección contraria, entre Grado y Oviedo, poniendo en peligro la vida de decenas de personas. Un acto criminal al volante que, de haber terminado en tragedia, hoy estaríamos calificando directamente como homicidio vial.

“Iba de frente, a toda velocidad. Era cuestión de segundos. De puro milagro no hubo un muerto”, relató uno de los testigos, que se vio obligado a apartarse al arcén para no ser embestido.

No es un error, es una amenaza para todos

Este no fue un despiste. Fue una acción temeraria. Una locura consciente. Un crimen potencial. Un coche a gran velocidad circulando por el carril equivocado durante varios kilómetros en una vía de alta capacidad. El conductor fue grabado y perseguido por otros vehículos que, desde una distancia segura, trataron de alertar del peligro.

La Guardia Civil de Tráfico ha logrado identificar al conductor, gracias a las grabaciones y a las llamadas de auxilio realizadas por otros usuarios de la vía. El individuo está bajo investigación, y podría enfrentarse a penas de prisión, además de la retirada del permiso de conducir.

Un riesgo letal cada vez más frecuente

No es un caso aislado. Solo en el último año, la DGT ha registrado más de 80 incidentes de conducción en sentido contrario en vías de alta capacidad en España. Muchos de ellos terminan en accidentes mortales. En Asturias, este tipo de delitos viales se están convirtiendo en una amenaza creciente.

“No es un descuido. No es un error. Es un acto de violencia vial. Es como empuñar un arma en una autopista”, señalan fuentes de la Guardia Civil.

¿Por qué se permiten estos asesinos en la carretera?

Lo más alarmante es que muchos de estos kamikazes son reincidentes o tienen historial de consumo de alcohol o drogas. Algunos ni siquiera tienen carné. Y sin embargo, siguen conduciendo. Sin controles más estrictos, sin barreras eficaces, nos exponemos a que un día el siguiente coche en el que impacten sea el tuyo.

Una llamada de atención para las autoridades y la sociedad

Desde Asturias Mundial nos preguntamos:
¿Cuántas vidas deben estar en juego para que se endurezcan las penas de estos delitos?
¿Cuántas familias tienen que recibir una llamada que les rompa para siempre?

Hoy hemos tenido suerte. Pero la suerte no es un plan de seguridad vial. Y el kamikaze de la A-63 debe responder ante la justicia como lo que es: un asesino en potencia que no debe volver a tener acceso a un volante en su vida.

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